miércoles, 26 de febrero de 2014

¡Extra, extra!

Tengo que daros una noticia. Y por rigor, os la transmito tal y como me la contó a mí John Green:

A day after I got my eye cut out, Gus showed up at the hospital. I was blind and heartbroken and didn’t want to do anything and Gus burst into my room and shouted, ‘I have wonderful news!’ And I was like, ‘I don’t really want to hear wonderful news right now,’ and Gus said, ‘This is wonderful news you want to hear,’ and I asked him, ‘Fine, what is it?’ and he said, ‘You are going to live a good and long life filled with great and terrible moments that you cannot even imagine yet!’


"Un día después de que me extirpasen el ojo, Gus vino al hospital. Yo estaba ciego y con el corazón roto y no quería hacer nada y Gus irrumpió en mi habitación y gritó "¡Tengo noticias maravillosas!". Y yo estaba como "La verdad es que no quiero oir noticias maravillosas ahora mismo", y Gus dijo "Estas son noticias maravillosas que quieres oir" y yo le dije, "Vale, ¿qué pasa?" y él dijo:

"¡Vas a vivir una buena y larga vida, llena de grandes y terribles momentos que ni siquiera puedes imaginar todavía!"

Creo que son noticias que no nos dan lo suficientemente a menudo.

lunes, 24 de febrero de 2014

El aburrimiento

Os voy a contar una historia. Una historia 100% real. Para que nos riamos.

Tengo un profesor de literatura que, además de muchas otras cosas, es un obseso del Programa. ¿Por qué? Porque lo incumplió hace unos años y gracias a ello los alumnos le obligaron a dar un aprobado general. Y esto de aprobar a las personas no le gusta un pelo, como hemos ido comprobando después. Así que ahora cumple escrupulosamente cada uno de los puntos estipulados en el Programa (programa con mayúsculas por la Santa Biblia así debe escribirse).

Uno de los puntos de dicho Programa es que los alumnos tenemos tres horas de su asignatura a la semana: dos de ellas se dan seguidas y están dedicadas a la teoría, y en la otra nos desdoblamos en dos grupos y se supone que se dedican a la práctica. En literatura dar prácticas es difícil, pero aun así se puede conseguir: exposición de trabajos, análisis de textos, discusión en clase... Te buscas la vida.

Pues lo que este hombre ha decidido es que cada dos o tres semanas, con siete días de antelación -ni una hora más ni una hora menos-, nos envía un texto y nosotros tenemos que hacer un comentario de este texto. Un comentario para el que, por supuesto, tenemos un esquema que no podemos ignorar. Punto por punto. ¿Que son las instrucciones de la lavadora y no tiene figuras literarias lo mires por donde lo mires? Me da igual: lo pones también. Hay que ser riguroso. Hay que ser escrupuloso. Y sobre todo, hay que poner lo que él quiere oír. Antes de que te cuente lo que quiere oír.

Así que este curso me estoy dedicando a, cada dos semanas, plantarme delante del ordenador y mecánicamente redactar temasubtemamododeldiscursofunciónlingüísticaniveleslingüísticosgénersubgéneroemisordestinatarioanálisismétricofigurasliterariasideasfuentescontextualización. Sí, es exactamente tan aburrido como suena.

¿Todavía no os estáis riendo?

Pues hay más.

Porque los jueves llego a clase y entrego mi comentario. Mi comentario de no menos de diez páginas, que he tenido que hacer en una semana. ¿Y luego? ¿Lo comentamos? ¿Lo exponemos? No. Lo leemos. Uno por uno, quince alumnos leyendo el comentario de texto del mismo texto con el mismo esquema y, lógicamente, prácticamente el mismo contenido. Mientras tanto, él lee su propia copia del comentario y lo corrige. Y el resto de alumnos te ignoran, como está mandado, porque nadie puede aguantar a otra persona leyendo durante cincuenta minutos algo que ya se sabe.

Y así, hasta que acabamos y nos envía el siguiente texto.

¿No os reís?

Yo sí.

Por no llorar, claro.

sábado, 15 de febrero de 2014

Ellen Page

Todos conocéis a Ellen Page, aunque no os suene su nombre. Es Juno, es Ariadne en Origen, es Bliss Cavendar en Whip It, es Kitty Pride en X-Men. Es una actriz que en su primer papel, en 1997, con sólo 10 años fue nominada a dos premios a mejor actriz.

Y además, es lesbiana.

Hoy mismo lo ha dicho en una conferencia en Las Vegas. Inmediatamente, la red se ha llenado de mensajes de apoyo de otros actores, directores, productores y en general gente más o menos relevante. Reventaban de orgullo. Ella, con 26 años, tiene trabajo, tiene fama, tiene la importancia suficiente como para que su ejemplo ayude a muchísima gente a pasar el día. Y aun así, casi ha llorando mientras hablaba. Si lo veis, está pasando el trago de su vida, aun cuando tiene a gente de pie aplaudiéndole.

Estoy segura de que millones de gente en el mundo no tendrán la acogida que ha tenido ella. Estoy segura de que millones de adolescentes y de adultos que se ocultan, y no hablo sólo de homosexualidad. Hablo de niños demasiado inteligentes, o de niños demasiado raros, o demasiado sensibles o demasiado demasiado para el resto. Y que ocultan quiénes son y qué les gusta y que viven su vida de acuerdo a los estándares ajenos porque no tendrán el apoyo y el orgullo que ha tenido Ellen Page.

No sé quién nos dio derecho a juzgar y a condenar, pero lo hacemos todos, continuamente, sin descanso. Sin darnos cuenta de que, a su vez, otros nos juzgan a nosotros. Y, dejadme decíroslo, nadie pasa el examen con buena media.

Citando a esta actriz excepcional y, según parece, mejor persona: "este mundo sería mucho mejor si hiciésemos el esfuerzo de ser menos horribles los unos con los otros. Si nos tomásemos sólo cinco minutos para reconocer la belleza de cada uno en vez de atacarnos por nuestras diferencias... esto no es difícil, de hecho es una manera más fácil y mejor para vivir y, al final, salva vidas. Pero puede ser lo más difícil, porque amar a otros empieza por amarnos y aceptarnos a nosotros mismos.".


martes, 11 de febrero de 2014

Frozen

En la línea de la entrada anterior, uno de los mejores musicales que he visto es Wicked. Y en parte por su culpa, estoy obsesionada con Frozen. La vi el sábado anterior y me condené -a mí y a todos los que están a mi alrededor-. Es un peliculón, y me parece hasta ofensivo que la gente la menosprecie por ser de animación o por ser para niños. Precisamente por ser para niños deberíamos prestarle más atención. Porque como adultos podemos entender todos los mensajes maravillosos que transmite. Y como me gustan las listas... (cuidado que vienen spoilers) (Me disculpo por adelantado por el peñazo que voy a soltar. Os quiero).

20 Razones por las que me gusta Frozen

1. Idina Menzel. No debería ser necesario explicar esto, pero sabed que Idina es una magnífica actriz y cantante en Broadway, y la persona que dio vida a Elphaba y voz a Elsa. Una cantante con un rango vocal impresionante, una profesional tan dedicada que salió al escenario después de un ataque de asma y no desafinó. En serio, si no la conocéis, vergüenza sobre vuestra vaca.

2. Kristen Bell. Es decir, la voz de Anna. ¿Quién sabía que la chica obsesionada con los perezosos podía cantar así? Yo no.

3. Wicked. Las semejanzas entre Elsa y Elphaba son innumerables. Empezando por Idina y terminando por sus canciones estrella. No me pongo a analizarlo demasiado porque es muy largo, pero... *lagrimita*

4. Es un canto al feminismo. Anna se enamora, sí, pero es casi un efecto colateral de su aventura. La historia principal, la que mueve el argumento, es la relación entre las hermanas. Anna no deja a Kristoff que entre con ella al palacio de hielo porque sabe que él puede estar en peligro y ella no, tampoco deja que se encargue de Hans: no necesita un hombre que cuide que ella. Nadie exige a Elsa que se case para ser reina. Las chicas se valen solas.

5. La familia. Porque por primera vez los padres de una princesa Disney no están muertos desde el principio ni ausentes ni son malvados represores: son padres normales que intentan ayudar a su hija lo mejor que pueden y aun así fallan. Y la relación entre hermanas... No se ha visto nada semejante desde Supernatural.

6. Las hermanas. Pensadlo por un momento: aproximadamente con cinco-siete años (¿cómo se estima la edad de un dibujo animado?...) Elsa se encerró en su cuarto y se convirtieron en extrañas. Anna lleva llamando a la puerta cerrada de su hermana unos trece años y aun así, cuando congela el reino, sabe que puede arreglarlo. Está basándose en recuerdos -alterados para más inri- y aun así confía ciegamente en ella. Eso es amor verdadero.

7. Kristoff. No sólo es amable, honesto y básicamente bueno en el buen sentido de la palabra, sino que es un tipo normal. Un vendedor de hielo. Y no aspira a ser un príncipe al querer a Anna: sigue con su negocio de vender hielo. Y le pide permiso para besarla. Hay que quererle.

8. El villano. Un malo malísimo ambicioso, complejo, manipulador y violento, como sacado de Juego de Tronos. ¿Alguien se lo esperaba? No, nadie se lo esperaba. Por eso es tan genial.

9. Los poderes de Elsa. No sólo son preciosos -no me extraña que Kristoff quiera llorar con el palacio de hielo-. También son un reflejo de sus sentimientos: el palacio cambia de color según ella sea feliz, esté asustada, tenga miedo... Y voy más allá: Elsa sólo pierde el control de sus poderes cuando tiene miedo de herir a otros. Antes de herir a Anna por primera vez, tenía un control perfecto. Cuando está sola, construye un palacio de la nada: sólo cuando aparece Anna de nuevo pierde el control. Es precioso.

10. Olaff. Un muñeco de nieve que sueña con el verano. Nada más que añadir.

11. El diseño y la animación. No sé si os dais cuenta, pero la mitad de la película transcurre en una nevada perpetua, es decir, en un blanco en el que se distinguen perfectamente todas las partes. Hay todos los matices de blanco que deben distinguir los inuits. Y las trenzas. Y cómo cada una tiene unos gestos cuando está contenta y cuando está triste. Porque en una película con actores, esto puede ser hasta involuntario, pero en una película animada cada gesto está diseñado. Los dibujantes pensaron en esos detalles.

12. La banda sonora. Y no hablo sólo de Let it go, que obviamente. Es que Do you wanna build a snowman es la canción más triste del mundo, y Love is an open door es tan adorable que quiero cantarla en mi boda, y las voces y la energía de Frozen Heart... Argh.

13. Let it go. LET IT GO. Let it go. Let it go...

14. Idina Menzel. IDINA MENZEL. ¿He dicho ya Idina Menzel? Creo que no he dicho lo suficiente Idina Menzel. Idina. Menzel.

15. El guión. Quiero decir, esta película para niños tan tonta tiene frases muy, muy significativas. Y muy, muy graciosas.

16. Las niñas. Anna siendo una Drama Queen. Elsa siendo feliz. Y esas vocecillas. Quiero adoptarlas.

17. Gays. El vendedor dice que su familia está en la sauna. Y en la sauna hay un hombretón rubio y unos cuantos niños. ¡Es la primera familia con padres del mismo sexo en Disney y nadie está diciendo nada! ¿Por qué?

18. "No te puedes casar con un hombre que acabas de conocer." Gracias, Disney. Por fin te das cuenta. Nunca es demasiado tarde.

19. Elsa iba a ser la villana. En un principio, la película se basó en la historia de La reina de las nieves, de Andersen, y Elsa iba a ser mala. Y gracias a Dios, se dieron cuenta de que aquello no iba a ninguna parte. La fuerza del argumento reside en la evolución de Elsa, en su propia aceptación y en la búsqueda de la libertad y la autoestima. No en una mala que le da la espalda al mundo. De esas ya tenemos bastantes.

20. Rapunzel. Esto ya es una frikada, pero Rapunzel y Flyn Raider aparecen en la escena de apertura de puertas del castillo. Y a mí estas cosas me gustan.

Una vez más, siento el peñazo que estoy dando con la película y siento haberlo soltado también por aquí, pero creo que es una película bastante subestimada por alguna razón que no acabo de comprender. Venga, gente, despertad: esta película es incluso mejor que Enredados. Y eso es mucho decir.

sábado, 8 de febrero de 2014

Defying Gravity

Tengo una confesión que hacer.

Me gustan los musicales.

Me gustan mucho. Me gustan las películas de Disney, me gusta Annie, Chicago y hasta Pitch Perfect. Me gusta que la gente espontáneamente comience a cantar y a bailar por la calle y que todo el mundo se sepa la coreografía y que al acabar la canción se junten cuatro o cinco voces en armonía.Me enamoré de Sister Act y la veo cada vez que la ponen en la tele. Si 500 Days of Summer me parece una película tan fantástica es, en parte, por la escena en la que Josheph Gordon-Levitt empieza a bailar en el parque. La segunda temporada de American Horror Story es la mejor y, sin duda alguna, The Name Game influye. Jessica Lange es una diosa. Y si estoy enganchada a Glee no es por el argumento. Obviamente. Y no me hagáis hablar de Wicked

Pero me gustan los musicales sobre todo porque pueden hablar de cualquier cosa, y pueden hacerlo de tal manera que no repelan al espectador que no quiere ver desgracias ni que le hablen de las injusticias en el mundo.En Glee se ha hablado del bulling, la homosexualidad, del embarazo adolescente, la bulimia e incluso el suicidio. En la televisión pública americana. A plena luz del día. Chicago habla de un asesinato, del mundo del crimen y de la corrupción judicial. Sister Act, de la mafia y la falta de valores. Wicked es la historia de una revolución, personal y política, el grito de una sola persona que sin más armas que su conciencia se alza contra el régimen.

Y lo cantamos sin darnos cuenta.

Así que sí, confieso, me gustan los musicales. Pero no os atreváis a reíros de mí por eso.


domingo, 2 de febrero de 2014

Sherlock

El 1 de enero de 2013, después de dos años de ausencia, la serie de la BBCOne volvía. Y yo no sabía que lo esperaba, porque no había comenzado a verla en 2010. Pero lo estaba esperando. Y cuando el 3 de enero decidí empezar a verla, me condené.

La primera vez que me obsesioné tanto y tan rápido con un personaje ficticio fue con Harry Potter. Creo que todos sabemos cómo acabó aquello: catorce años de feliz matrimonio, con nuestros malos y nuestros buenos momentos. Pero un amor así es épico. Y eterno.

Quien dice que no te puedes enamorar de alguien que no existe claramente no tiene mucho mundo interior. Para todos los demás, os dejo esta pequeña muestra -es de un episodio piloto no emitido, no lo busquéis-. Os lo dejo en inglés porque prescindir de las voces de Cumberbatch y Martin es un pecado mortal y no quiero condenar mi alma, pero os lo traduzco. Y si no, siempre podéis acudir al original, Estudio en escarlata (nunca pagaremos nuestra deuda con sir Arthur Conan Doyle por estos libros), porque cambiando el reloj por el teléfono, es prácticamente igual.

Disfrutad de la magia.


-De acuerdo, tienes preguntas.
-¿Dónde vamos?
-A la escena del crimen. Ha habido un asesinato. ¿Siguiente?
-¿¡Quién eres!? ¿A qué te dedicas?
-¿Tú qué crees?
-Diría que detective privado, pero...
-¿Pero?
-La policía no acude a los detectives privados.
-Soy un detective asesor. Soy el único en el mundo. Yo inventé el trabajo.
-¿Eso qué significa?
-Significa que cuando la policía está sobrepasada, que es siempre, acuden a mí.
-Pero la policía no consulta a aficionados.
-Cuando te conocí, ayer, pregunté "¿Afganistán o Irak?". Parecías sorprendido.
-¿Cómo lo sabías?
-No lo sabía, lo vi. ("Gracias"). Cara bronceada, pero sin bronceado por encima de las muñecas. Has estado en el extranjero, pero no tomando el sol. Tu pelo y tu postura indica militar. Tu conversación cuando entraste a la habitación ("Ah. Diferente a mis tiempos") indica que estudiaste en Barts, así que, médico en el ejército.  Obvio. Cojeas mucho cuando andas, pero no pides una silla cuando estás parado, como si te hubieses olvidado de ello. Eso significa que la cojera es en parte psicosomática. Es decir, que las condiciones originales de la lesión eran traumáticas. Así qué, ¿dónde un médico del ejército se broncea y resulta herido en combate actualmente? Afganistán o Irak. 
-Dijiste que tenía un psicoterapeuta.
-Tienes una cojera psicosomática, por supuesto que tienes un terapeuta. Y luego está tu hermano. ("Toma, usa el mío" "Gracias"). Tu teléfono. Es caro, e-mail y reproductor de mp3, buscando un compañero de piso no te gastarías dinero en algo así. Un regalo, entonces. Arañazos, no uno sino varios, ha estado en el mismo bolsillo con monedas y llaves, tú no tratarías así tu único artículo de lujo. Ha tenido un dueño anterior, entonces. Lo siguiente es fácil. Ya lo sabes.
-El grabado.
-Harry Watson.Claramente, un familiar que te ha dado su teléfono viejo. Tu padre no, es un aparato de persona joven. Podría ser un primo, pero eres un héroe de guerra y no tienes un sitio donde vivir, no es posible que tengas una familia grande, desde luego no una con la que te lleves bien. Es un hermano. Ahora, Clara. ¿Quién es Clara? Tres besos, relación romántica; el precio indica esposa, no novia. Se lo ha dado recientemente, este teléfono sólo tiene seis meses. Así que es un matrimonio con problemas, seis meses después ya lo ha regalado. Si le hubiera dejado ella a él, se lo habría quedado, probablemente, la gente hace esas cosas. Sentimentalismo. Pero no, se ha deshecho de él: él la dejó a ella, Te dio el teléfono a ti, significa que quiere estar en contacto. Estás buscando un alojamiento barato, pero no acudes a tu hermano para que te ayude; significa que tienes problemas con él. A lo mejor te gustaba su mujer. A lo mejor no te gusta que beba.
-Sí, ¿cómo es posible que sepas que bebe?
-Disparo a ciegas. Uno bueno, sin embargo. ("Gracias"). El enchufe de la batería. Tiene marcas alrededor. Todas las noches lo conecta para cargarlo, pero le tiemblan las manos. Nunca ves este tipo de marcas en el teléfono de un hombre sobrio. El de uno borracho siempre las tiene. Así que, ya lo ves, tenías razón.
-¿Yo tenía razón? ¿Razón en qué?
-La policía no consulta a aficionados.
-Eso ha sido increíble.
-¿Eso crees?
-Por supuesto. Ha sido extraordinario. Bastante extraordinario.
-No es lo que la gente suele decir.
-¿Qué suelen decir?
-Vete por ahí.

sábado, 1 de febrero de 2014

Spanish Hustle (La gran estafa española)

El otro día, me puse a investigar las optativas que tendría el año que viene, porque yo soy así, soy Sor Angustias y me agobia el futuro y me puse a investigar. ¿Y qué me encuentro? Pues algo maravilloso. Todavía me estoy riendo. 

Y es que tú en 2º de Bachillerato, cuando todavía eres una delicada flor que no sabe nada de la vida -como si ahora supiésemos algo- te agobias, porque ahí se agobia todo el mundo, y empiezas a coleccionar folletos de universidades y de carreras de manera compulsiva. Claro, llegas a tu casa con una pila de folletos más alta que tú y te das cuenta de que hay que seleccionar. Y después de una tarde preguntándote para qué cogerías tú un folleto de Ingeniería de Caminos, acabas reduciéndolo a dos: Estudios Hispánicos, en la UAM o en la UCM.

Y abres el de la UAM y te encuentras con que en 4º todas las asignaturas serán optativas, y que hay tres itinerarios maravillosos entre los que podrás elegir el que más te convenza. Y suena tan fenomenal que coges y te matriculas. Porque eres tonta. ¿Por qué eres tonta? Porque llegas a 3º y te encuentras con lo que yo me he encontrado. Que esas 19 asignaturas que ofrecían son mentira. Que del itinerario que querías coger sólo quedan tres materias, es decir, menos de la mitad de las que necesitas para acabar la carrera.

Y claro, te sientes estafada. Porque has cogido la universidad más a tomar por saco de tu casa, la peor comunicada y, según vas viendo mientras avanza la carrera, la que tiene los profesores más impresentables, las peores fechas de exámenes, la peor administración de Madrid, por esas seis asignaturas que te habían prometido. Que son mentira. Y lo único que te quedan son las trenzas de chocolate de la cafetería que además no puedes comerte porque, oh sorpresa, tienen trazas de frutos secos. Pues vale.

¿Pensáis que alguien lo sabía? Nadie lo sabía. Porque los pobrecitos de Bolonia nos matriculamos cuando ni siquiera habían creado 4º. Y nadie se molestó en avisar, por supuesto, de que el folleto era basura y que esas asignaturas estaban ahí puestas por si algún día se activaban. Un por si acaso que ha determinado cuatro años de mi vida. No sé si me explico.

Aunque al parecer, tampoco es necesario explicar nada en esta vida.