martes, 26 de julio de 2011

Superhéroes.

-Básicamente quiero que me haga sentir que no estoy desaprovechando mi vida, porque es muy corta. Quiero que me abra las piernas, no el cielo: pero que lo haga cada noche. Quiero que sepa mentirme. Quiero que no me importen sus mentiras porque se deja su alma cuando está conmigo. Quiero que sea generoso porque puede, no por obligación. Quiero que tenga sangre en las venas. Quiero que me grite lo puta que soy cuando le abandono. Quiero un poco de épica. Quiero que le dé igual lo que yo haga cuando no esté con el porque sabe que no voy a encontrar a nadie mejor. Quiero que me tiemblen las rodillas cuando me agarra la nuca.

Quiero que me lleve a dar la vuelta al mundo, pero no en ochenta días. En mil, dos mil, veinte millones. Los que hagan falta. Quiero que tenga todo el tiempo del mundo para estar conmigo. Quiero que detenga el tiempo, para que un minuto se convierta en un día.

Qué cojones. Quiero que vuelva. Que esté. Y punto.

sábado, 23 de julio de 2011

Titiritera.

Cuando no hay mucho que contar, me lo invento. Es mejor, así tu vida siempre parece interesante. El problema es que, a veces, sí que hay cosas que contar. Y no las cuento. Es más fácil inventar trivialidades que poner en palabras los retortijones del corazón. Mi padre dice que nací para titiritera; para distraer la vida y el dolor en frases cortas, anécdotas emocionantes y palabras bonitas.

Quizá sea cierto.

sábado, 16 de julio de 2011

Y yastá.

Queda mucho más bonito It All Ends, ya lo sé. Pero en estos momentos de profunda emoción (y es profunda y es emocionante, no os dejéis engañar por el cachondeo en el que me escudo), no puedo decir otra cosa.

Yastá.

Se acabó.

Finí. Terminado. Capum.

Once años de mi tierna vida, toda mi infancia consciente, toda mi adolescencia (o casi), terminan con Harry. Mis recuerdos prácticamente comienzan con este libro. He llorado más por esta saga que por el resto de desgracias en mi vida. Y eso que, en privado, yo soy muy llorona.

Se ha acabado. Y no me lo creo. No sé cómo podría creérmelo. Por eso voy a ir a verla un par de veces más al cine. Y las que me echen en DVD. Pero aun así.

Estoy hecha una penita. Como ya os he dicho, son momentos de profunda emoción.

martes, 12 de julio de 2011

Muy fuerte.

Es muy fuerte llegar y, aunque no os he visto en meses, recuperaros en un abrazo. Seguimos conectando como siempre. Es muy fuerte.

Es muy fuerte tener doce niños a tu causa y que, aunque sólo conocías a cuatro de antes, a los diez minutos ya son tus niños. Todos ellos. Es muy fuerte.

Es muy fuerte que el cuerpo se acostumbre a dormir sólo seis horas, y esas seis, encima de las duras tablas. Porque al fin y al cabo, descansar se acaba haciendo secundario, cuando tanta gente te da su presencia. Es muy fuerte.

Es muy fuerte que ya no hagamos el volante. Echar de menos tres días andando y andando y andando por la montaña, sin parar. Y sin sentirlo. Ojalá pudiésemos hacerlo otra vez. Es muy fuerte.

Es muy fuerte que un niño te pida tu messenger, y te apunte como "Bea moni". ¿Ya soy moni? ¿Por qué me acabo de dar cuenta? Es muy fuerte.

Sois muy fuertes. Soy muy fuerte, gracias a vosotros.





En mi debilidad, me haces fuerte.
En mi debilidad, me haces fuerte.
Sólo en tu amor me haces fuerte,
sólo en tu vida me haces fuerte.
En mi debilidad, te haces fuerte en mí.

viernes, 1 de julio de 2011

Necesito descansar.

La fiesta continua, las carcajadas, los rituales paganos de cariño, cansan demasiado. Pero quién quiere vacaciones, teniéndolas a ellas.

Y ahora, me piro al campamento. He tenido exactamente trece horas en Madrid entre un viaje y otro. Me las habría pasado todas leyendo tus correos desde la selva, pero he tenido que hacer y deshacer maletas como una loca. Y mañana, a estrenarme como monitoras.

Que Dios les pille confesaos xD

a más ver de nuevo, gentecilla ;)