tag:blogger.com,1999:blog-56825097428222174862024-03-06T03:26:29.992+01:00Palabras de SoledadWizhttp://www.blogger.com/profile/12433870829679587825noreply@blogger.comBlogger459125tag:blogger.com,1999:blog-5682509742822217486.post-69454015854441444912019-06-06T11:30:00.004+02:002019-06-06T11:30:51.204+02:00Radical<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg4mAIomZlhGkA4kqOYWUD4BY4kAu8J-DBNea8wlCn7TYGFm5dB2OPkhlnvxjv3C1IOwR2odNOGZu_wnFQUQd9q0O3nz5r-TVXx7Tm5Z9gGua43QL84VResO40fNExK_7Vmuumxan9twIk/s1600/Feminism-Noun-Definition-The-Radical-Notion-That-Women-Are-People-Ringer-Shirt.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="500" data-original-width="500" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg4mAIomZlhGkA4kqOYWUD4BY4kAu8J-DBNea8wlCn7TYGFm5dB2OPkhlnvxjv3C1IOwR2odNOGZu_wnFQUQd9q0O3nz5r-TVXx7Tm5Z9gGua43QL84VResO40fNExK_7Vmuumxan9twIk/s320/Feminism-Noun-Definition-The-Radical-Notion-That-Women-Are-People-Ringer-Shirt.jpg" width="320" /></a></div>
<br />
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Hace tres años me compré esta camiseta. En principio, me hacía gracia. Porque feminismo es simplemente eso: la creencia de que las mujeres son personas. No las madres, las hijas, las novias de alguien, no un objeto decorativo ni quien tiene que venir a salvarte de tu propia inutilidad doméstica y emocional. Y sin embargo, para muchas personas es una noción radical.</div>
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<br /></div>
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Jeje.</div>
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<br /></div>
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Me hacía gracia. Pero ahora <b>no me hace nada de gracia</b>. Porque he llegado a comprender que quiero ser una <b>feminista radical</b>. Y con esto no quiero decir que quiera buscar la supremacía de las mujeres, no. Ni por supuesto que pertenezca a la ideología <b><a href="http://www.laizquierdadiario.com/Que-es-el-feminismo-TERF-el-feminismo-transfobico">TERF</a> </b>(Trans Exclusionist Radical Feminists, es decir, feministas tránsfobas que han decidido que pueden establecer quién es una mujer y quién no), porque de hecho me parece aberrante tanto su postura como el hecho de que se hayan apropiado del feminismo radical.</div>
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<br /></div>
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El feminismo radical no es eso. El feminismo radical simplemente quiere ir a la <b>raíz del problema</b>, es decir, al <b>sistema</b>. Siempre me ha gustado llevar la contraria y quizá eso sea lo que me ha salvado la vida, porque fue la rebeldía la que me llevó al feminismo y al movimiento body-positive.<br />
<br />
El primer paso para mí en aceptar mi cuerpo fue leer todos y cada uno de los mensajes que decían que las mujeres con sobrepeso eran <b>preciosas</b>, que la piel oscura era sexy, que las estrías son rayas de tigre e impactos de rayo y que fuese cual fuese tu talla deberías calzarte unos tacones, pintarte los labios con la sangre de tus víctimas y salir a matar el patriarcado.<br />
<br />
Y no tengo problema con eso, porque me ayudó a aceptar mi cuerpo (la mayoría de los días). El problema de esta perspectiva es que no cambia el sistema en el que si eres atractivo eres válido, solo amplía la definición de atractiva, guapa, sexy. Y <b>mi cuerpo no tiene que ser sexy</b> ni le tiene que gustar a nadie. Mi cuerpo tiene que realizar sus funciones básicas, tiene que permitirme llevar la vida que quiero y necesito llevar. Mi cuerpo tiene que estar vivo y yo tengo que cuidar de él, y esa es la única exigencia que se le impone.<br />
<br />
No quiero redefinir lo que significa ser guapa. Quiero <b>eliminarlo</b> totalmente de la ecuación, que no entre dentro de mis virtudes ni de mis defectos, porque mi curiosidad, mi sentido de la justicia, mi perseverancia, mi pasión, mi entrega, mi compromiso, mi servicio, mi querer cuestionarlo todo, mi mente y mi alma y mi presencia en el mundo, es lo que soy. Y mi cuerpo es solamente donde vivo.<br />
<br />
No quiero recolocar ni redefinir: quiero tirarlo todo abajo y <b>construirlo de cero</b>.Seamos radicales.</div>
Wizhttp://www.blogger.com/profile/12433870829679587825noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5682509742822217486.post-50491975805048829922019-03-19T09:53:00.002+01:002019-03-19T09:53:57.515+01:00Mi papá<div style="text-align: justify;">
El otro día, <a href="https://www.instagram.com/ireneglenguas_illustrations/?hl=es">Irene G. Lenguas</a> subió a su instagram algunas fotos de sus materiales de dibujo, y entre ellos un pincel que había sido de su papá. Y dijo que su papá dibuja mucho <a href="http://www.ireneglenguas.com/">mejor que ella</a>. Personalmente no puedo elegir, porque les quiero y admiro a los dos, y su estilo es tan distinto que no se pueden comparar. Pero me hizo pensar que Javi también es de esos papás que <a href="http://palabrasdesoledad-wiz.blogspot.com/2016/03/el-ano-pasado-estas-alturas-mas-o-menos.html">se convierte en quien necesitan sus hijos que sea</a>, y que les ha dado todo lo que tiene y todo lo que es, para que ellos hagan con eso lo que puedan. O quieran.</div>
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<br /></div>
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Eso es mi papá. Nos lo ha dado todo. A mí, ya os lo conté <a href="http://palabrasdesoledad-wiz.blogspot.com/2015/03/quiereme-un-poco.html">hace tiempo</a>, me ha regalado la literatura y el arte, los viajes, la música, la mitad de lo que soy y la mitad de lo que tengo. O más. Pero me ha dado muchas más cosas que no son materiales ni cuantificables, ni siquiera demasiado describibles. Nos ha dado, a los tres, una manera de ser y de existir en el mundo.</div>
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<br /></div>
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgFrEAqsrtBsl4T8XTh7o5fF20HLgDbQn_oKKXJ5vTox0gQpN2JGp-qUoN5vFamA7tmb4u8-ZLzVz5QdBz2UXZUmr_9mBmxOv0pZ87sr_eHyB80ET0sUpLMYuRx2DwSmp_1QTIpGI5C9M0/s1600/P6300192.JPG" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1118" data-original-width="1600" height="139" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgFrEAqsrtBsl4T8XTh7o5fF20HLgDbQn_oKKXJ5vTox0gQpN2JGp-qUoN5vFamA7tmb4u8-ZLzVz5QdBz2UXZUmr_9mBmxOv0pZ87sr_eHyB80ET0sUpLMYuRx2DwSmp_1QTIpGI5C9M0/s200/P6300192.JPG" width="200" /></a></div>
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Hace un tiempo, un amigo me dijo que se notaba quiénes eran "las Velayos", hablando de mis sobrinas en un campamento. Las Velayos Clemente y las Velayos Simarro, que en teoría no habían sido criadas por los mismos padres. Pero habían tenido <b>el mismo abuelo</b>, que les había contado sus cuentos y cantado sus cancioncitas y convertido <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/San_Vicente_de_Ar%C3%A9valo">San Vicente de Arévalo</a> en un lugar más mágico que Macondo, el mismo abuelo que siempre está disponible para un traslado en coche, el préstamo de una cámara, una discusión a primera hora de la mañana o para explicarte el sujeto y el predicado. El mismo abuelo que había criado a su padre o a su madre y les había enseñado a disfrutar.</div>
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<br /></div>
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Porque mi padre <b>disfruta</b>. Mucho. Disfruta de la comida, de comerla y cocinarla; disfruta de la naturaleza y del pueblo, de los edificios más modernos de las grandes ciudades, de la historia grande y de la intrahistoria, de la cultura chiquita del arado y los mochuelos y de la cultura grande que habita en los museos. Mi padre disfrutaba de su trabajo y tenía una ética laboral impecable que, afortunadamente, nos ha sabido transmitir, pero también disfruta de sus vacaciones y de su jubilación.</div>
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<br /></div>
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Mi padre disfruta estando solo en su despacho, leyendo y estudiando, aprendiendo de la misma forma voraz que cuando tenía veinte años, o eso me cuentan. Pero también disfruta cuando nos juntamos todos y hablamos a la vez y nadie se entera de las conversaciones y discutimos sobre todo, porque mi padre disfruta también de llevar la contraria y de cuestionarlo todo.</div>
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<br /></div>
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Mi padre nos ha hecho ver el mundo como un lugar lleno de belleza y de posibilidades, un lugar infinito que nunca vamos a poder abarcar, y lo ha hecho sin convertirnos en edonistas, sino inculcándonos la responsabilidad y el respeto que conlleva saber que esta Tierra, esta gente, este arte que tenemos <b>es un tesoro</b>.</div>
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<br /></div>
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Si escribiese algo así todos los años, no acabaría de hablar de mi papá. Así de grande es. Al fin y al cabo, <b>es el hombre de mi vida</b>. </div>
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<br /></div>
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Feliz día, papá. <b>Sigamos disfrutando</b>.</div>
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<br /></div>
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhVH3hU6V60nBsfU7O7cDGlixzSgJW0Eo7z2jpleunOahMEVp-0BjWLpiyOCFiTGOMnze6NCJn7Uezh60oJnQpQ0l2LRV82aDt9wpH7NTkuCkb1IR0EElqn2cG1H-L_zuqL9Hsc_caRmsg/s1600/P7280071.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1154" data-original-width="1600" height="230" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhVH3hU6V60nBsfU7O7cDGlixzSgJW0Eo7z2jpleunOahMEVp-0BjWLpiyOCFiTGOMnze6NCJn7Uezh60oJnQpQ0l2LRV82aDt9wpH7NTkuCkb1IR0EElqn2cG1H-L_zuqL9Hsc_caRmsg/s320/P7280071.JPG" width="320" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
Wizhttp://www.blogger.com/profile/12433870829679587825noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-5682509742822217486.post-31087693472037608772019-03-08T11:00:00.000+01:002019-03-08T11:00:03.720+01:00Disfrute<div style="text-align: justify;">
<b><span style="color: purple;">Feliz 8 de marzo, amigas, hermanas, compañeras y aliados.</span></b></div>
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<br /></div>
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Y este año lo digo totalmente convencida, <i>feliz</i>.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
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Feliz porque ser mujer es difícil, es confuso y a veces, hasta peligroso. Porque sean micromachismos o violencia que amenaza nuestra vida, todas vivimos bajo el patriarcado. Y todas y todos lo sufrimos. Porque hay <b>mil y una razones por las que gritar</b>, y millones de mujeres que no pueden hacerlo y necesitan que quienes no estamos silenciadas <b><a href="http://www.embarrados.net/2019/03/mujer-hoy-mujer-manana/">les demos voz</a></b>.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Pero trescientos sesenta y cuatro días al año soy <b>combativa</b>, y veo las cosas que no me gustan y protesto hasta que me agoto, y educo al que tengo delante y les enseño lo que tanto tiempo me costó ver a mí. Trescientos sesenta y cuatro días al año, las gafas violetas me sirven para ver la injusticia, la desigualdad, el dolor.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Pero hoy, 8 de marzo, día de la mujer, me elijo a mí. <b>Me celebro a mí</b>.</div>
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<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Porque con ser mujer vienen también <b>muchas cosas buenas,</b> algunas por naturaleza y otras por educación, y hoy quiero poner luz sobre ellas y agradecerlas porque, a pesar de ser consecuencia de un sistema patriarcal que las desprecia, todas estas cosas me encantan.</div>
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<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhK5nJYO2OSA3o0yHX2_tOMfmiLyKnxXwKzdthjwM6VriHaZLoSUXGkt5UM5tG54X1FuJl4-Yghy-oFSly_95Y4mtquR322iBgxcxCivk3_NTil7GiYTtCQ8I_8illi0FvMBaQ_Ig4HWTE/s1600/El+feminismo+se+disfruta.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="964" data-original-width="656" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhK5nJYO2OSA3o0yHX2_tOMfmiLyKnxXwKzdthjwM6VriHaZLoSUXGkt5UM5tG54X1FuJl4-Yghy-oFSly_95Y4mtquR322iBgxcxCivk3_NTil7GiYTtCQ8I_8illi0FvMBaQ_Ig4HWTE/s320/El+feminismo+se+disfruta.jpg" width="217" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
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<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Me encanta que mi <b>educación sentimental </b>me haya llevado a ser más compasiva, más empática, más sensible a las necesidades de los demás. Porque si todos pudiésemos guiarnos más por la amabilidad y menos por las ansias de ser mejor, más grande, más fuerte y más agresivo que el de al lado, nos iría bastante mejor. <a href="https://www.youtube.com/watch?v=G7S_2eSWQ3M&t=">A nivel humanidad, digo</a>.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Me encanta pensar que un día podré ser dos en una, podré llevar <b>una vida dentro</b> y que esa experiencia nadie más la va a tener, porque es mía, y a la vez será compartida por la mitad del planeta.</div>
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<br /></div>
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<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjz7E854BBeJJDlrLRA80IGWUbyPrN_8t73vaAdifUvDHwrV-1WBh0VVr20S4UcW3yUV7YppYgjayt0ciU1jmhCLUQsugXa3LV2GxguodvDcsMJ1ORjkz01J0P-lX-5-lwuhsjnPEdqBQc/s1600/Jeffrey+Marsh.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1200" data-original-width="898" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjz7E854BBeJJDlrLRA80IGWUbyPrN_8t73vaAdifUvDHwrV-1WBh0VVr20S4UcW3yUV7YppYgjayt0ciU1jmhCLUQsugXa3LV2GxguodvDcsMJ1ORjkz01J0P-lX-5-lwuhsjnPEdqBQc/s200/Jeffrey+Marsh.jpg" width="149" /></a></div>
Me encanta poder <b>experimentar</b> con mi ropa, mi peinado, mi maquillaje, y una vez desoídas las voces que me decían que necesitaba todo esto para ser atractiva y por tanto valiosa, poder hacer lo que me dé la gana y seguir viéndome guapa, interesante, linda, divertida. Poder llevar botas militares con falda de vuelo y cambiar de cara solo con un poco de eyeliner y que mi melena me deje ser una persona nueva solo con recogerla. La ropa que <a href="https://verne.elpais.com/verne/2018/01/25/articulo/1516881949_162680.html">les obligan a llevar a ellos</a> es, francamente, aburrida. <a href="https://www.instagram.com/thejeffreymarsh/">Apuntaos a los vestidos</a>, chicos.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Me encanta poder<b> apreciar la belleza</b> y la sensualidad de hombres y mujeres y que mis amigas también lo hagan, sea cual sea su orientación sexual. Porque hay personas muy atractivas por el mundo y es una pena tener que perdérselo <a href="http://dontbeanassbutt.tumblr.com/post/183293585100/astronomically-androngynous">por inseguridad</a>.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Me encanta <b>oler bien</b>, porque el champú y las cremas y los perfumes están hechos con flores y con frutas y con un poco de misterio que no entiendo bien, y nadie espera que me compre cosas que huelen a Action Man Super Power Pro. Chicos, es genial oler a mango y a papaya, deberíais probarlo.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Me gusta ser <b>suave</b>. Me gusta ser <b>linda</b>. No siempre. Pero a veces.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Me gusta tener <b>complicidad</b> con otras chicas cuando cualquier señoro se ve con necesidad de explicarle algo que ya sabe -ah, maravilloso <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Mansplaining">mansplaining</a>-, y esa mirada que compartimos mientras ellos pontifican sobre temas que no conocen lo más mínimo.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh2fe0G6tmzcV5pIWKA9qaq8XoR92ivyC-fPOc9r2jd5mLhk4M8bEiI6fOQX98vP2qSugnC3SWDoB_z86KYi7dMdMKaBgE8nEkaKEBRSPAeP5U2xrGt5_Q6nWgKOo0-x1Lh4-Y-t2yX4hQ/s1600/IMG_20180308_192914548.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1200" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh2fe0G6tmzcV5pIWKA9qaq8XoR92ivyC-fPOc9r2jd5mLhk4M8bEiI6fOQX98vP2qSugnC3SWDoB_z86KYi7dMdMKaBgE8nEkaKEBRSPAeP5U2xrGt5_Q6nWgKOo0-x1Lh4-Y-t2yX4hQ/s200/IMG_20180308_192914548.jpg" width="150" /></a>Me gusta ver cómo las niñas, especialmente mis niñas, se descubren y se asombran del mundo en el que vivieron sus madres, y cómo quieren <b>cambiarlo </b>de la manera más natural posible: existiendo.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
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Me gusta que mi sobrina me llame porque quiere que nos veamos en la <b>manifestación</b> esta tarde. Me gusta la <b>sororidad</b> y la comunidad que surgió de que fuésemos el otro. Las otras. Porque ahora no podrán pararnos.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
El patriarcado nos ha otorgado muchas cualidades que nadie le ha pedido, y nos las impuso como obligación. Pero, sin que nadie sienta que debe encajar en los rígidos límites que, nos han dicho, significa ser mujer...</div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: purple;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<b><span style="color: purple;">Qué bonito es ser mujer.</span></b></div>
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<b><br /></b></div>
<div style="text-align: justify;">
Lo seas como lo seas. Lo sientas como lo sientas. Feliz, feliz, feliz día.<br />
<br />
PD: todo lo anterior son, de hecho, <b>estereotipos</b> que encorsetan a la mujer y al hombre, dividen a las personas en géneros binarios irreales y perpetúan una serie de comportamientos que son dañinos para todas y todos. <b>Click en los links</b> para más información. Pero, como he dicho, hoy quiero ser feliz y celebrar que, a pesar de todo, me encanta ser mujer. A veces, incluso, de una forma tradicional y heteronormativa. La vida, que es muy contradictoria.</div>
Wizhttp://www.blogger.com/profile/12433870829679587825noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5682509742822217486.post-74548166838590885832019-02-23T20:01:00.000+01:002019-02-23T20:01:16.377+01:00Me nació la conciencia<div style="text-align: justify;">
Tengo seis años. Es el primer día que vamos con el colegio a natación. Yo llevo mis braguitas de bañador y, aunque nadie dice nada, veo a mis compañeras fijarse en mí y reírse. Cuando llego a casa le digo a mi madre que quiero que me compre un bañador deportivo completo, que me cubra el pecho que todavía no tengo.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Tengo diez años. En el recreo, una niña se me queda mirando y de repente grita, ¡Bea tiene bigote!. Cuando llego a casa me tengo que acercar al espejo para verme el vello, ligero y claro, que me crece encima del labio. Me lo afeito con una maquinilla de mi hermana, muerta de vergüenza.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Tengo unos once años y algo de tripa. Mi hermana me ve mirarla, acomplejada, y me dice que, claro, es que tengo que meter tripa. Lo hago y se queda plana, y ya no dejo de hacerlo un solo día de mi vida.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Tengo doce años y mi mejor amiga me habla de cómo ha conseguido que su madre le deje depilarse las piernas. Yo le miro su piel morena y su pelo casi invisible y cuando llego a casa le digo a mi madre que me tengo que depilar también, porque todas las niñas de mi edad lo hacen ya.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Tengo trece años y en el colegio se ríen de mí. Entre otras cosas, dicen que soy igual que <a href="https://vignette.wikia.nocookie.net/personajesdelosserrano/images/f/ff/Motion38.jpg/revision/latest?cb=20120909082723&path-prefix=es">Yoli,</a> la de los Serrano. Llevo gafas, pero yo no me veo la cara tan redonda como ella, por lo menos al principio. Luego me lo empiezo a creer y cuando mi madre me propone que vayamos a NaturHouse a que me pongan a dieta, yo acepto entusiasmada.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Tengo quince años y me voy a depilar el bigote por primera vez, después del incidente con la maquinilla. Han pasado cinco años pero sigo mortificada por esa sombra de vello. Mi madre me enseña a hacerme la cera en casa y luego me dice que me depile también la parte de la mandíbula, justo debajo de las patillas. Nunca me había fijado en que ahí también tuviese pelo o en que fuese algo antiestético, pero lo hago.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Tengo dieciocho años y una amiga que hace ballet me dice que se le ha retirado la regla, el médico dice que a lo mejor está muy delgada. Dos semanas después, me dice que no puede comer pan porque está a dieta. Y yo miro mi cuerpo, tres tallas mayor que el suyo, y me quiero morir.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Una mujer aprende a odiar su cuerpo desde muy pequeña, y nunca deja de aprender nuevas razones para hacerlo. Nunca se queda sin zonas que corregir. Y este aprendizaje no es formal: nadie te dice explícitamente que tu cuerpo es feo y gordo y que debes aprender a hacerlo más pequeño, más inodoro, más delicado, más controlado.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Los mensajes llegan de todas partes y de donde menos te lo esperas. Mi madre y mi hermana me quieren con locura y, más importante, son mujeres inteligentes, formadas y conscientes de la sociedad machista en la que vivimos, y luchan activamente contra ella en su trabajo y en su casa. Y aun así me enseñaron a odiar partes de mi cuerpo, porque querían ayudarme, porque no querían que se riesen de mí y me llamasen fea o gorda. Como si eso fuese lo peor que puede ser una mujer.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Pero lo bueno es que si algo se aprende, se puede desaprender. Me ha llevado mucho tiempo saber por qué odio las partes de mi cuerpo que odio, y aprender a quererlas por lo que son: apariciones naturales, signos de que soy una persona, un animal, un mamífero; piernas que me llevan a sitios y reservas de energía y órganos que, gracias a Dios, funcionan a pleno rendimiento. Me ha llevado tiempo y energía y memoria, y tener que perdonar a quienes me transmitieron esos mensajes, porque ellas también los recibieron, y a mí misma porque seguramente se los haya transmitido a otras niñas.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Pero ese es el primer paso. Darse cuenta. Y empezar a desandar lo andado.</div>
Wizhttp://www.blogger.com/profile/12433870829679587825noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-5682509742822217486.post-64795764371164878032019-02-03T20:08:00.000+01:002019-02-03T20:08:54.613+01:00La senda inesperada<div style="text-align: justify;">
El año 2013 lo empecé en el hospital, con un ataque anafiláctico. Unos meses más tarde, después de pruebas en la que mi piel reaccionaba a todos los alérgenos conocidos, me diagnosticaron alergia a la proteína LTP.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
La mañana después del diagnóstico me levanté antes que nadie y busqué qué desayunar. No podía tomar cereales (aunque después me dieron permiso), así que adiós a las tostadas, bizcochos, magdalenas... No podía tomar las frutas más habituales en España, y lo que es más trágico, tampoco frutos rojos. No podía tomar trazas de frutos secos, adiós al Cola Cao. Ese día lloré, sola en la cocina, porque no sabía qué podría comer en el futuro.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Así empezó la caza y captura de productos procesados sin trazas, especialmente chocolate, una búsqueda infructuosa que me llevó a intentar seguir una receta de brownie con cacao (el cacao en polvo puro no tiene trazas, gracias a Dios). Después de un mes sin probar mi comida favorita, con tanto mono y frustración que tenía ganas de llorar cada día después de comer al no poder acabar con mi onza de chocolate normal, aquel brownie me supo a gloria.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEivb_1cpLDDA4FGoSHHt-17TbPM3E-OvnGF-gg7M8zWwdaRXuEukkGJTRbA6bHEoaHoUXGuRtsp0pHB84haYkyC1aB3AeRykUzHsb7_pvnfB8yEzEJ9fsNKxR83iNX3PZBaFjO9Hw81gAw/s1600/giphy.gif" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="480" data-original-width="270" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEivb_1cpLDDA4FGoSHHt-17TbPM3E-OvnGF-gg7M8zWwdaRXuEukkGJTRbA6bHEoaHoUXGuRtsp0pHB84haYkyC1aB3AeRykUzHsb7_pvnfB8yEzEJ9fsNKxR83iNX3PZBaFjO9Hw81gAw/s320/giphy.gif" width="180" /></a></div>
<br />
<br />
Aquel diagnóstico comenzó un camino de leer etiquetas, rechazar platos en restaurantes, buscar marcas que tuviesen en cuenta las alergias, entender mejor el funcionamiento de mi sistema inmune y de tomar vacunas que, finalmente, consiguieron que mi nivel de tolerancia al alérgeno llegase al máximo. Ahora hace tres años que puedo comer de todo, pero todavía recuerdo bien qué alimentos tienen trazas, lo difícil que es evitar la contaminación cruzada, y lo difícil que lo tienen los diabéticos, celiacos y alérgicos que por mil razones no pueden curarse de sus intolerancias.<br />
<br />
Pero además de mi nueva apreciación por mi cuerpo y mi privilegio, esta alergia me deja la repostería. He aprendido mucho desde aquel brownie hecho por necesidad y desesperación. La mezcla de gozo y alquimia que es sacar un bizcocho del horno y convertirlo en el centro de una celebración no puede compararse con otras alegrías en mi vida. Educar a un niño, estudiar mi tesis, viajar por el mundo, escribir un cuento, me enriquecen y me hacen feliz, pero hornear tiene un resultado que se ve, se toca y se saborea, que está delante de ti desde el momento en el que abres el horno. Muchas cosas parecen inútiles, su objetivo perdido en un futuro hipotético, pero hacer una tarta es material e inmediato. Es magia, es ciencia y es un subidón de autoestima.<br />
<br />
No de todo lo malo sale algo bueno. No todo tiene un porqué. Pero quizá sin la necesidad de hacer mi propia bollería, no habría encontrado esta fuente de felicidad. Si no hubiese seguido este camino que mi alergia me abría, al cerrarme todos los demás, no hubiese llegado hasta aquí. Gracias, querido y defectuoso sistema inmune, por este regalo.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgL03vgU4YHx2-t18PcrjQTGjCyVZmVYLoqPbJVcIgwxUPepM3fxu8SLSRrY3yXeeugGSu2JAkvQEXjLsgZHb6yH9MDLo4Fmzg2kP_AnIm-SVaFEwv6oPcNfVeg-8OcMHHFecX5f7ClgU8/s1600/IMG_20190203_132126182.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1200" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgL03vgU4YHx2-t18PcrjQTGjCyVZmVYLoqPbJVcIgwxUPepM3fxu8SLSRrY3yXeeugGSu2JAkvQEXjLsgZHb6yH9MDLo4Fmzg2kP_AnIm-SVaFEwv6oPcNfVeg-8OcMHHFecX5f7ClgU8/s320/IMG_20190203_132126182.jpg" width="240" /></a></div>
<br /></div>
Wizhttp://www.blogger.com/profile/12433870829679587825noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5682509742822217486.post-52124653001366251632019-01-29T18:34:00.001+01:002019-01-29T18:34:38.122+01:00Cambios<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">–¿Ya está dentro?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">–Si quisieras podrías
hacerte con el mundo, pero tú has venido aquí a pasarla bien. A hacer lo que te
dé la santísima gana sin tener en cuenta lo que yo desee o…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">–Sí, mi amor, pero
céntrate un poquito.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">–¿Qué pasa, que te
desconcentro?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">–Pues sí, la verdad.
Bastante difícil es ya este asunto…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">–Antes no te costaba
nada. De novios, ¿te acuerdas? Fuera camiseta y hala, para arriba, para abajo,
para adentro, por donde yo te pidiese. Y ahora mira cómo jadeas, que pareces un
pimiento morrón… ¡Qué fatiga, Jorge, por Dios!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">–La edad hace estragos en
todo, hasta en estas cosas… En estas cosas más, diría yo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">–Mira, vamos a dejar de
hablar y acaba ya, porque esto es deprimente.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">–Eras tú la que quería
hacerlo hoy, Isabel, y era hoy sin falta, así que no te quejes.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">–Es que, si no, hay que
esperar otro mes… Pero vamos, que creía que esto lo queríamos los dos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">–A ver, amor, espera que
me coloco de otra manera… Pon la mano ahí y el pie por detrás, a ver si así…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">–Pero contéstame, ¿es que
ya no quieres lo mismo que yo?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">–Solo un pelín, cariño,
dame un minuto…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">–¿Te he puesto demasiada
presión para dar este paso? ¿Qué preferirías, seguir siendo un veinteañero
jugando al FIFA en calzoncillos? ¿Te asusta la responsabilidad, es eso?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">–O empujo o te contesto,
pero a mí no me da para hacer las dos cosas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">–Todavía estamos a tiempo
de dejarlo, ¿eh? Si tan mal lo estás pasando…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">–No, no, ahora ya no me
dejes así… Tú abre, abre, que yo ya…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">–Tú ya, ¿qué? ¿Y yo? Lo
que yo decía, a pasarla bien y yo, a poner la cama.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">–La cama, las mesillas,
la cuna… Solo falta esto, mi vida, solo esto, aguanta que ya acabo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">–Mira, ya está. Deja el
puto sofá en el suelo y mañana vendrá mi padre a desmontar la puerta y meterlo
en el salón… Que ni en esto me das una alegría.</span></div>
Wizhttp://www.blogger.com/profile/12433870829679587825noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5682509742822217486.post-3869611558848586412019-01-16T20:58:00.002+01:002019-01-16T20:58:42.231+01:00Burnout<div style="text-align: justify;">
<i>Burnout</i> es una palabra inglesa. Se traduce literalmente como <b>agotamiento</b>. Pero es más que eso. Es estar quemado, reducir tus recursos físicos, mentales y emocionales a cenizas, derretir la vela hasta el final. Es un término que surge en los setenta para hablar del <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/S%C3%ADndrome_de_desgaste_profesional#Origen_conceptual_del_s%C3%ADndrome_de_desgaste_profesional"><b>desgaste profesional</b></a>, de la respuesta emociona que provoca una sobrecarga continua de trabajo y un desequilibrio productivo, es decir, que el esfuerzo y el tiempo que le dedicas a algo no proporciona el mismo nivel de satisfacción o recompensa.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Para algunos, esta puede ser una situación pasajera. Para mí, y sospecho que para mucha gente, es <b>crónica</b>. Vivo en el <i>burnout</i>. Porque mi trabajo no son las diecinueve horas lectivas por las que me pagan. Son además todas las horas que querría dedicarle a ser la profesora que quiero ser, las horas que <strike>no</strike> le dedico a la investigación doctoral, los cuentos que <strike>no</strike> perfecciono y los muchos, muchos libros que <strike>no</strike> leo. Incluso son las horas de gimnasio, fisioterapia o peluquería que necesito dedicarle a mi cuerpo, porque solo tengo uno. Y por supuesto, las horas de compra, limpieza, cocina, lavadora, plancha y recoger que nunca, nunca le valoraré lo suficiente a mis padres por muchos años que viva independizada. Jamás me hubiese sacado una carrera si ellos no hubiesen puesto comida en la mesa, literalmente.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
El éxito en este siglo ya no se define por tener un trabajo aceptable o una vida social medianamente entretenida. Hay que ser el mejor en un trabajo que adores, comer tus cinco raciones de fruta y verdura, hacer ejercicio regularmente, mantenerte al día viendo series, ver a tus amigos, cuidar tu vida de pareja, leer cincuenta libros al año y además tener tiempo y dinero para viajar por todo el mundo. Y contarlo. Dios prevenga que no tengamos redes sociales para contarlo. <b>Es agotador</b>. Ni siquiera las vacaciones son un momento de desconexión y de relax para mí, que quiero verlo <i>todo.</i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i><br /></i></div>
<div style="text-align: justify;">
Estoy intentando meter cinco vidas dentro de la única que tengo y, por bien que lo coloque todo, <b>no cabe</b>. Y necesito dejar cosas atrás, o más tiempo en el día, porque esta vela está llegando al final de su mecha.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
¿Esperabais un bonito mensaje de Mr. Wonderful al final de todo esto? Cuánto lo lamento. No lo tengo. Si tuviese una solución, o si la hubiera, la patentaría y luego os la vendería a buen precio, creedme. Pero de momento no es el caso.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
El primer paso, por lo menos, es<b> admitirlo</b>, ¿no?</div>
Wizhttp://www.blogger.com/profile/12433870829679587825noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5682509742822217486.post-59101359641606526892019-01-05T20:56:00.000+01:002019-01-05T20:56:37.015+01:00Queridos todos<div style="text-align: justify;">
Querido DosMilDieciocho, querido DosMilDiecinueve, querido blog... Hace casi un año que no nos veíamos. Y no ha sido despiste, no te creas: ha sido totalmente a propósito. Necesitaba saber si funcionábamos. Si tenía sentido seguir dedicándote tiempo, cuando a veces me cuestas tanto esfuerzo y me dabas, aparentemente, tan pocas satisfacciones. Cuando podría estar escribiendo un diario en un cuaderno y, quizá, me leería la misma gente. Teníamos que darnos un tiempo para darnos cuenta, o para dármela yo, de que a veces el roce no hace el cariño.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Porque este año me he descubierto muchas, muchas veces pensando qué entrada publicaría ese día, cómo celebraría un acontecimiento público o privado, qué querría que reflejase mi esquina de la red en aquel momento. Llevas conmigo muchos años y, aunque seamos solos tú y yo de la mano, parece que van a ser por lo menos algunos días más. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Y por no faltar a las buenas costumbres, veamos qué fue del año pasado. Porque menudo año...</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
DosMilDieciocho me dio la oportunidad de seguir trabajando en mi primer colegio y acabar el curso inmensamente agradecida no solo por todo lo enseñado, sino por todo lo aprendido. Porque me llevo a esos niños para siempre. Porque he aprendido muchas cosas que quiero del futuro, y también muchas que no. Y porque además en septiembre he podido volver a empezar, con cole nuevo, niños nuevos y compañeras nuevas, y eso también es un regalo.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
DosMilDieciocho nos volvió a recolocar ante la vida, porque nunca puedes dar por supuesto la seguridad, y a pesar del miedo, nos ha dado también esperanza y ganas de seguir luchando. Estos empujones pueden tirarte al suelo, pero también pueden ayudarte a mirar la vida desde otro sitio y a recolocar prioridades, alianzas, integridades. Creo que ha sido más lo segundo que lo primero... Aunque haya tenido también que levantarme alguna vez.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
DosMilDieciocho me ha traído cuatro países y diez ciudades nuevas. Un viaje en solitario. Congresos, vacaciones, escapadas, un musical. Infinitas oportunidades para este culo inquieto, y ganas de seguir moviéndolo.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
DosMilDieciocho me ha traído más tiempo y más formas de escribir. No tanto como yo querría -a lo mejor nunca sea suficiente...-, pero sí un paso más en el camino de llamarme escritora. Y personas con las que recorrerlo, que es algo que tanto echaba de menos... En DosMilDoce dejé de poder encontrarme con mi última tribu y solo puedo dar gracias a la vida porque, en un lugar tan diferente y con otras personas, he vuelto a encontrarla.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
DosMilDieciocho me ha traído empezar un idioma nuevo, un idioma sin palabras que espero seguir practicando todos los días aunque cueste. Me ha traído formación en mediación, para ser mejor profesora. Me ha traído mucho trabajo (y menos del que debería) leyendo e investigando a mis escritoras, que es una familia que ha crecido mucho estos meses. Incluso me ha traído un libro de recetas que quiero hacer entero. En definitiva, me ha traído curiosidad y oportunidades de seguir aprendiendo.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Y sobre todo, DosMilDieciocho me ha traído amor. Paciencia, cariño, dolor, comprensión, tradiciones nuevas y antiguas, risas y lágrimas y ganas de seguir aprendiendo a querer como yo quiero, y como tú quieres.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Gracias por todo, DosMilDieciocho. Quizá porque tengo que resumirlo todo en una sola entrada, pareces más intenso y más lleno que otros.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Y a ti, DosMilDiecinueve, no te propongo nada. Solo le pido una cosa a los Reyes: que me sorprendan. Como cuando era pequeña. Y ahora, me voy a comer roscón.</div>
Wizhttp://www.blogger.com/profile/12433870829679587825noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5682509742822217486.post-77056976870316564002018-01-08T20:43:00.004+01:002018-01-08T20:43:57.558+01:00Para el año que empieza<div style="text-align: justify;">
En el año que empieza, quiero vivir más <b>tranquila</b>. Quiero tratarme mejor y ser compasiva, con los demás y con mis propios errores, mis propias inseguridades y limitaciones. Quiero darme ánimos y tratarme bien, para querer estar más conmigo.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
En el año que empieza, quiero tener más <b>amor</b>. Cuidar a quien me habita, mirarme en sus ojos y ver a la persona que quiero ser a su lado. Recuperar amigos y relaciones, tener bien cerca a la familia, abrirme a personas nuevas y no dejar que el debo, a veces ni siquiera el quiero, me quite tiempo para amar.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
En el año que empieza, quiero dedicar tiempo a lo que me hace <b>feliz</b>. A leer mucho y bien, a descubrir historias nuevas, propias y ajenas, a recorrer rincones distintos, a emocionarme delante de un cuadro y a aprender de cero los sabores. A aprender una lengua nueva y quizá, a recuperar alguna no tan antigua.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
En el año que empieza, quiero <b>arriesgar.</b> No sé cuándo, dónde ni de qué manera, pero salir de la zona de confort que se convierte en cárcel si no la abandonas.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
El año anterior tenía objetivos concretos, mensurables, palpables, y fallé. Estrepitosamente. No quiero acabar el año con sensación de fracaso, si al fin y al cabo lo que hay que hacer es vivir. Así que este año, no hay fechas ni cifras, no hay listas. <b>Hay solamente la plena intención de cuidarme, de cuidarles, y de ser feliz.</b></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Que el año que empieza me lo permita.</div>
Wizhttp://www.blogger.com/profile/12433870829679587825noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-5682509742822217486.post-2970597565908425542017-12-31T19:18:00.001+01:002017-12-31T19:18:56.094+01:00Querido DosMilDiecisiete...<div style="text-align: justify;">
Querido DosMilDiecisiete:</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
seré breve, y dos veces buena. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Has tenido altibajos. Has sido casi una montaña rusa. Has traído la vuelta al lugar donde he sido tan feliz que, la verdad, no debería intentar volver nunca. Has traído kilómetros de autobús. Has traído salir de mi zona de comfort por todas partes. Has traído días en blanco. Has traído decepciones y satisfacciones, angustia puntual y ganas de salir corriendo, a veces.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Me has traído independencia, valentía e incluso atrevimiento, ganas de comerme el mundo y los medios para hacerlo, pero también fracasos como no haber escrito casi nada. Aunque cómo me ha gustado lo que he escrito.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Has traído rechazo y aceptación, días de la marmota y gigantescos pasos adelante.</div>
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<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Y has traído amor. De todos los colores, de todos los sabores, de todos los tamaños. Todo el amor del mundo.</div>
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<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Querido DosMilDiecisiete, has sido un año de crecer, de avanzar, de empezar el resto de mi vida.</div>
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<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Querido DosMilDieciocho, si los comienzos son emocionantes... Que las continuaciones no lo sean menos.</div>
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<br /></div>
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhljtsZdjzkgCkO_rLRZMHKs21khAK8_MPqoVZjDQ8aNnHQpXJIQcnfj8BTgOFNjptDvMDai2TtWiAOJ2O40EZF8TAEDJhaxlwqhX0WgD2B5taF2N63-vZSoFDOHKUfHLNQGYD9QY7kFds/s1600/Mafalda+fin+de+a%25C3%25B1o.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="300" data-original-width="584" height="205" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhljtsZdjzkgCkO_rLRZMHKs21khAK8_MPqoVZjDQ8aNnHQpXJIQcnfj8BTgOFNjptDvMDai2TtWiAOJ2O40EZF8TAEDJhaxlwqhX0WgD2B5taF2N63-vZSoFDOHKUfHLNQGYD9QY7kFds/s400/Mafalda+fin+de+a%25C3%25B1o.jpg" width="400" /></a></div>
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Wizhttp://www.blogger.com/profile/12433870829679587825noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5682509742822217486.post-4782092080962755742017-12-28T10:14:00.000+01:002017-12-28T10:14:14.313+01:00Como decíamos ayer<div style="text-align: justify;">
Acaba el año y uno empieza a preguntarse qué hará el que viene, qué propósitos tiene, cómo mejorará como persona. Pero antes, creo que debo revisar el año pasado, o más bien, lo que quería conseguir al principio y si lo he conseguido.</div>
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<br /></div>
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Hay muchas formas de medir el éxito. Una es alcanzar los objetivos propuestos. Otra es darse cuenta de que los objetivos no eran realistas, o de que a pesar de las dificultades has hecho lo que has podido, y ese esfuerzo también es importante. También puede ser que las prioridades hayan cambiado, y lo que resultaba importante hace 365 días ya no lo sea, y ese permitirse cambiar y crecer quizá sea lo más importante de todo.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
A pesar de todo, marqué unos objetivos muy concretos y mensurables a principios de 2017 y, ahora que acaba, quiero ver si los he cumplido. Y luego hablaremos de éxito.</div>
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<br /></div>
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</div>
<ol>
<li><b>Cumplir el reto de los 50 libros</b>: un año más, queda incompleto. Este año he leído 37 libros según mi página de GoodReads, aunque estoy segura de que alguno se me olvida, y quizá antes del domingo acabe el que tengo empezado. Igualmente, no me acerco a cincuenta. Este reto solo lo he completado dos años, durante la carrera, y quizá fuese porque me obligaban a leer diez libros en cada asignatura de literatura. Y aunque seguiré intentándolo, porque quisiera tener el orgullo de decir que he leído casi un libro a la semana en un año, en 2017 he leído cuento, ensayo, novelas desgarradoras que me han cambiado la vida, cómics maravillosos, e incluso libros que hacía diez años que ni tocaba. Numéricamente, ha sido un fracaso, y quiero leer más, pero he de decir que he leído muy bien este año.</li>
<li><b>Leer todos los días</b>: no. Ni un poquito. Y no puedo echar la culpa a los estudios ni al trabajo, porque muchas veces ha sido la pereza o el no saber qué leer. Y eso sí que lo considero un fracaso absoluto, porque lo último que debería despertarme la lectura es pereza.</li>
<li><b>Visitar, al menos, un país nuevo</b>: tampoco. He ido a Londres por tercera vez, y qué vez tan maravillosa, he hecho más kilómetros que en toda mi vida entre Granada y Madrid, he vuelto a Pirineos, pero ningún país nuevo. Eso tendrá que esperar, pero vendrá. Seguro que vendrá.</li>
<li><b>Escribir un libro</b>: no. Y esto sí que me duele y he de encontrar la forma de cambiarlo. Porque si mi prioridad es escribir, y cada cosa que surge desplaza el tiempo que tengo para escribir, entonces no es una prioridad. Y debe serlo, si quiero ser yo, si quiero crecer, si quiero darle una oportunidad a un sueño que me lleva persiguiendo desde los seis años. He escrito un cuento maravilloso, he pensado, me he movido, pero he escrito poco. Y eso es lo primero que debería estar haciendo.</li>
<li><b>Encontrar un trabajo: </b>sí, claro que sí, y mejor de lo que imaginaba. El proceso de búsqueda es horroroso, y me espera de nuevo en pocas semanas, pero el resultado es satisfactorio y emocionante y agotador y maravilloso. Y si lo he conseguido una vez, lo voy a conseguir todas las que hagan falta.</li>
<li><b>Escribir tres entradas al mes: </b>no, tres al mes no, pero si lo hubiese hecho tendría 36 entradas en el blog este año, y con la presente ya son 40. Marzo ha salvado el cómputo total de 2017, pero no la constancia, que es lo que quería trabajar. Tengo planes de ser más sistemática, pero también me pregunto si el esfuerzo y el tiempo que me lleva este blog no estarían mejor invertidos en otras cosas, quizá cosas que tengan más repercusión y me traigan más satisfacciones. Habrá que verlo.</li>
<li><b>Tomar decisiones respecto a la tesis: </b>esto sí que sí. Tengo tutor, tengo tema, estoy matriculada y en cuanto acabe de escribir esto, iré corriendo a escribir una comunicación para un congreso. Me muevo, y aunque no lo parezca es hacia adelante. Y aunque da miedo y vértigo y también cansa un poco pensar en otros cinco años empantanada en al universidad, estoy contenta.</li>
</ol>
<div>
Como veis, he cumplido tres objetivos y medio, puede que cuatro, de siete. Numéricamente, no es un triunfo. Pero he aprendido cosas, y he hecho muchas otras que no estaban en la lista. Sé que quiero ser más constante, sé las zancadillas que me pongo a mí misma, tengo planes de futuro y toda la incertidumbre del mundo, que viene con ellos. Acabo el año con la sensación un poco agridulce de que podría haber hecho más, pero también de que he hecho todo lo que podía con las cartas que me habían repartido.</div>
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<br /></div>
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¿Y ahora? Ahora, tengo que pensar siete objetivos nuevos para lo que viene de frente. El cuarto de siglo. Que no es ninguna tontería.</div>
Wizhttp://www.blogger.com/profile/12433870829679587825noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5682509742822217486.post-40436470780509292462017-11-10T13:17:00.000+01:002017-11-10T13:17:02.941+01:00Santificarás las fiestas<div class="quoteText" style="text-align: justify;">
Siempre imaginé que el Paraíso sería algún tipo de biblioteca.</div>
<div class="quoteText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="quoteText" style="text-align: justify;">
Lo dijo Borges, pero podría ser una niña de cinco años que se aprendía poesías de Machado por la noche con su padre y soñaba con escribir. Podría ser una niña de ocho años que devoraba libros para niños más mayores y esperaba a que sus compañeros los descubriesen también para hablar de ellos. Podría ser una niña de diez años que se ponía nerviosa en la Feria del Libro porque había <i>demasiados</i> libros. Podría ser una niña de trece años que se sentía sola, excepto cuando entraba en su rincón de internet y hablaba de libros con gente que no conocía. Podría ser una niña de quince años que descubría que existía la carrera de Filología Hispánica y le ponía nombre a su vocación. Podría ser una niña de dieciocho años que decidía qué forma tenía su futuro, y este estaba entre los libros, claro. Podría ser una niña de veintitrés años que terminaba su primer libro y todavía no se lo creía.</div>
<div class="quoteText" style="text-align: justify;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgfJEUZPuw_7ye64yrGsWIbgK0LJW98h6pFq8Jxq0228I1-Bg1gpLAmOiTYqaLWyYazseZLyCE6DVfcq_ZP1oMy-_wrz0Z7e9Y8eTITMDYzEqTPODI7lCtcWn7HQvfYxTc7cgFiwlKwmc0/s1600/alberti.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="902" data-original-width="1338" height="215" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgfJEUZPuw_7ye64yrGsWIbgK0LJW98h6pFq8Jxq0228I1-Bg1gpLAmOiTYqaLWyYazseZLyCE6DVfcq_ZP1oMy-_wrz0Z7e9Y8eTITMDYzEqTPODI7lCtcWn7HQvfYxTc7cgFiwlKwmc0/s320/alberti.jpg" width="320" /></a></div>
<div class="quoteText" style="text-align: justify;">
Podría ser cualquiera que se encuentre a gusto entre estanterías, entre almas afines que se aceleran pensando en que nunca podrán comprar, ni almacenar, ni leer todos los libros que hay en esta sala. Cualquiera que piense que el Retiro está más bonito lleno de casetas, y la Plaza Mayor nunca ha estado más bonita que en estas dos semanas pasadas. Cualquiera que vea que hoy hay descuentos en libros y sienta que es día de fiesta.</div>
<div class="quoteText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="quoteText" style="text-align: justify;">
<b>Feliz día de las librerías a todos.</b></div>
<br />Wizhttp://www.blogger.com/profile/12433870829679587825noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-5682509742822217486.post-14465430942048380212017-10-31T08:51:00.002+01:002017-10-31T08:51:52.913+01:00Quiero, puedo y debo<div style="text-align: justify;">
El 13 de septiembre publiqué mi última entrada. El 18, tuve una entrevista de trabajo. El 19, estaba dando clase. A finales de mes, me mudé. <b>Y la vida me comió</b>. Los días se convirtieron en una sucesión de deberes que había que tachar de una lista que añadía tres elementos por cada uno que completaba; una lista infinita de cosas interesantes -como pensar actividades para trabajar el significado de las palabras o el Don Juan Tenorio-, de cosas tediosas -como corregir comentarios de texto-, de cosas agobiantes -como organizar el trimestre para que me diese tiempo a darlo todo-, de cosas necesarias -como limpiar mi casa o un par de viajes a Ikea-... </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Hace un mes y medio, renuncié a mis quiero, renuncié incluso a mis necesito, por el debo. Ese debo omnipotente que me reclamaba mirase donde mirase, que no me dejaba leer ni quedar con mis amigas ni ponerme al día con las series, ni por supuesto escribir. Un debo al que sobreviví solo por una altísima capacidad de organización, la paciencia inagotable de los que me rodean y un cierto <b>modo "supervivencia"</b> que se activa en estos periodos de mi vida y que me permite seguir adelante sin pensar en todo lo que querría estar haciendo en lugar de.</div>
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<br /></div>
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgQplkAVLtCRp4ZAwakEkLp2jnbjoTmrxERHIA7BjmG5uL24ORx65eYlP1uYgZpwJHUJpxM3MbdYeQnx3BpgKI2O3TMt7H_9CGhM8h6C3esSNrW56YQBLdEcD3Lrrqm8_EJ3AG5tsSBjhA/s1600/Libros+y+vino.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="569" data-original-width="575" height="316" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgQplkAVLtCRp4ZAwakEkLp2jnbjoTmrxERHIA7BjmG5uL24ORx65eYlP1uYgZpwJHUJpxM3MbdYeQnx3BpgKI2O3TMt7H_9CGhM8h6C3esSNrW56YQBLdEcD3Lrrqm8_EJ3AG5tsSBjhA/s320/Libros+y+vino.jpg" width="320" /></a>Ayer, a mitad de la tarde, dejé parados todos los debos -que cada vez son menos, según soy capaz de organizarme más y mejor en menos tiempo- y me fui a <a href="http://www.tiposinfames.com/">Tipos Infames</a>, donde presentaba su nuevo <a href="http://paginasdeespuma.com/catalogo/la-respiracion-cavernaria-samanta-schweblin/">cuento ilustrado</a> Páginas de Espuma y <b>Samanta Schweblin</b>. Y según avanzaba la fila para que la autora me firmase el libro, pensé, ¿qué le digo? Porque odio plantarme ante un escritor, no una Almudena Grandes ni un Javier Cercas que deben firmar cien libros por hora, sino una persona que también se siente persona, y solo decirle mi nombre como si valiese más su firma que su obra.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Y entonces me di cuenta de que el primer libro que leí de Páginas de Espuma fue <a href="http://paginasdeespuma.com/catalogo/siete-casas-vacias-de-samanta-schweblin/"><i>Siete casas vacías</i></a>. Yo estaba buscando concursos de cuentos para enviar los míos, y a Schweblin le acababan de dar el <a href="http://paginasdeespuma.com/especial/v-premio-ribera-del-duero/"><b>Ribera del Duero</b></a>. Y que ahora, que la vida me había comido, que después de escribir un libro en cuatro meses solo había escrito un cuento este año, volvían a publicar mi cuento favorito, que se independizaba por derecho propio y, además, con ilustraciones. Samanta Schweblin era como una aparición que regularmente volvía a recordarme que soy mujer, que soy cuentista, que quiero escribir.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
No quiero. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Puedo. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Necesito. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Y <b>debo</b> escribir.</div>
Wizhttp://www.blogger.com/profile/12433870829679587825noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5682509742822217486.post-55388974922875254852017-09-13T19:49:00.003+02:002017-09-13T19:49:19.111+02:00Mío, mío y mío<div style="text-align: justify;">
Mi profesor de historia del arte me dijo una vez que apreciar la belleza de algo significaba no querer poseerlo. Me pareció un concepto muy poético y elevado, pero lo cierto es que para mí es todo lo contrario. Cuando veo un cuadro, un vestido o una casa bonita, me encantaría que fuesen míos. Si tuviese el dinero que vale <i>La noche estrellada</i>, puedes apostar todo el que tengas a que lo compraría. No lo escondería en una galería privada como una cerda egoísta, porque también creo que el arte y la belleza deben ser universales. Pero desde luego que querría que fuese <b><i>mío</i>.</b></div>
<div style="text-align: justify;">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjemfx9n5CZNy-9-BRKLJJLlu5RwohorhIerW-vOH20Xkx1v9VIhGQ-F59kLUmFzD_9BpmD76mGxDpp_Vy86qGT9nJIKlK0dtgZ8_v-HTNdGOHyu7RH_HmhkKWCTLP8E3NMFYH0928P8AI/s1600/M%25C3%25ADo.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="373" data-original-width="500" height="237" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjemfx9n5CZNy-9-BRKLJJLlu5RwohorhIerW-vOH20Xkx1v9VIhGQ-F59kLUmFzD_9BpmD76mGxDpp_Vy86qGT9nJIKlK0dtgZ8_v-HTNdGOHyu7RH_HmhkKWCTLP8E3NMFYH0928P8AI/s320/M%25C3%25ADo.jpg" width="320" /></a></div>
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Sin embargo, no creo que algo tenga que ser literalmente <i>tuyo </i>para apreciarlo y cuidarlo como si lo fuese. No entiendo el desprecio a las zonas comunes, el descuido al alquilar una casa o un coche, el desentenderse de la calle o de las áreas naturales solo porque no sean estrictamente de tu propiedad privada. Aunque no sean tuyas, son de alguien, o son de todos, y merecen ser cuidadas por ello. Y en el caso de un apartamento alquilado o del mismísimo planeta, aunque no sea tuyo, estás viviendo en él, ¿qué mejor motivo para cuidarlo?</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Lo que me parece más peligroso, e incluso amoral, es que este sentido de pertenencia se extienda a las <b>personas</b>. Hay gente que solo defiende a sus amigos, minorías que solo luchan por los derechos de su propio colectivo, hombres que solo entienden la igualdad de género cuando tienen una hija. Todo importa más cuando te toca de cerca, está claro: mueve más la implicación emocional que la intelectual. No todos podemos luchar activamente por todas las causas. Pero esto no significa que despreciemos los derechos de otros, que ignoremos deliberadamente las preocupaciones de quien tenemos al lado, simplemente porque no son nuestras.</div>
<div style="text-align: justify;">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj9E8E97e6y4g_wJsmJiFHqisqzjLka2a0lb1SMZGySg1Tr50JZ8W5OBJnaR_r52G8_rw0GBfxFLSEHffZFrG5geq3N4TMzZxBG-mNaFNd4T16O0ujEghRAzCFktthXYoEZLr1at76jrns/s1600/M%25C3%25ADo+2.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="414" data-original-width="620" height="213" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj9E8E97e6y4g_wJsmJiFHqisqzjLka2a0lb1SMZGySg1Tr50JZ8W5OBJnaR_r52G8_rw0GBfxFLSEHffZFrG5geq3N4TMzZxBG-mNaFNd4T16O0ujEghRAzCFktthXYoEZLr1at76jrns/s320/M%25C3%25ADo+2.jpg" width="320" /></a></div>
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
No voy a ir a casa de un amigo y limpiarle hasta el baño, pero sí voy a ayudarle a recoger la mesa después de comer. No es mi casa, no son mis platos, pero soy un ser humano <b>decente</b> o al menos lo intento, así que no voy a dejar mi basura extendida por el salón. De la misma forma, no soy negra, ni una persona transgénero ni tengo una discapacidad, pero no voy a dejar mi basura extendida sobre estas personas simplemente porque sus problemas no son míos. Dentro de cien años, esta Tierra ya no será mía, pero no quiero dejar un vertedero nuclear a quienes vengan detrás; ni a mis hijos ni a los de los demás.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
La<b> pertenencia</b> es buena, pero no es necesaria. Si sabes cuidar lo que es tuyo, también sabes cuidar lo que es de otros. Y sus casas, sus árboles y sus derechos son igual de importantes que los tuyos, aun cuando no ponga tu nombre en ningún contrato.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
¿Por qué es tan difícil de entender?</div>
Wizhttp://www.blogger.com/profile/12433870829679587825noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5682509742822217486.post-43698659239099327012017-09-02T21:48:00.002+02:002017-09-02T21:48:52.493+02:00Guilty Pleasure<div style="text-align: justify;">
En inglés existe una expresión que antes me gustaba mucho. <b>Guilty pleasure.</b> Placeres culpables. Aquellas cosas que son de baja calidad, que se consumen a escondidas y con algo de vergüenza, porque uno sabe que están por debajo de su refinamiento y capacidad intelectual.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Los best sellers. Las comedias románticas. Las revistas de cotilleo. El número uno de los 40 principales. La comida rápida. La parte más popular y denostada de la cultura, la gastronomía y el arte. La que ciertamente no estimula ni el intelecto ni el buen gusto, sino los placeres más primitivos, los que te hacen chuparte los dedos cubiertos de grasa y juzgar a desconocidos por su celulitis en el último posado playero.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Hace un tiempo que decidí que yo no iba a tener ninguno de estos placeres. Porque cualquier cosa que me produzca placer, y que no haga daño a nadie, no debería acompañarse de culpa. No voy a disculparme por disfrutar de las películas de Marvel, de ciertas comedias románticas, de los musicales o las patatas del McDonald's. <b>Me encantan.</b> Me hacen feliz.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi1oc_cvCj_WnkE9-xYCmDhz6TKF2ZygBq2oOUxEyTw9eKRHLI1r0oDdTP3UagzO1Et2n7CC-npczNO5cCQtOBVW32xBtsgxc-sYadudx6TttrZhKzEscrvjmQMFOc3rZ-yzVYzbK6e4Aw/s1600/Burger.png" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="258" data-original-width="412" height="198" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi1oc_cvCj_WnkE9-xYCmDhz6TKF2ZygBq2oOUxEyTw9eKRHLI1r0oDdTP3UagzO1Et2n7CC-npczNO5cCQtOBVW32xBtsgxc-sYadudx6TttrZhKzEscrvjmQMFOc3rZ-yzVYzbK6e4Aw/s320/Burger.png" width="320" /></a>Esto no quiere decir que piense que todas estas cosas son grandes obras de arte. Creo que algunas están infravaloradas, y otras son directamente un tubérculo grasiento que me toca directamente en el centro del placer del cerebro. Obviamente, las obras de Shakespeare y Cervantes, las óperas de Wagner y los platos de cualquier estrella Michelín son objetivamente superiores a este tipo de placeres, y los elegiría en cualquier momento en el que quisiese enriquecer mi alma, mi mente y mi experiencia. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Quien confunda su <b>gusto</b> personal con la calidad de lo que consume mezcla dos conceptos muy distintos, pero quien no sepa disfrutar de algo que sabe que no tiene una gran calidad se está perdiendo muchas cosas. Y yo me alegro infinitamente de que mi capacidad de análisis, mi formación y mi espíritu crítico no me impida disfrutar, y no sentirme en absoluto culpable, de una tarde viendo musicales.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<b>No permitáis que el placer se convierta en culpa.</b></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
PD: Del hecho de que la mayoría de <a href="https://champagnecartel.com/time-ban-phrase-guilty-pleasure/">placeres culpables</a> sean elementos de la cultura considerados tradicionalmente "femeninos" como la música pop, la prensa rosa, las novelas románticas o los culebrones, hablaremos en otro momento. Porque no todo va a ser derrotar al patriarcado; a veces, hay que comerse una hamburguesa.</div>
Wizhttp://www.blogger.com/profile/12433870829679587825noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5682509742822217486.post-45910112477790609852017-08-16T19:41:00.000+02:002017-08-16T19:41:54.548+02:00Privilegios<div style="text-align: justify;">
No se puede decir que sea una persona atlética. Mi resistencia es escasa, mi coordinación mano-ojo prácticamente nula, hace un par de años que no practico ningún deporte regularmente y en julio me quedé sin aliento persiguiendo a un niño de tres años. Las cosas como son.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjdrJmjjyGIiXIsQ-ZyCqp0t_lAUI0uC_VdFdp_BadZ6JssF0yzsWKq3L77n82xurpVWmcB_ulYXoX2kWCRe1tbI2ACtsYTVv0iZhqnJEHndR9Ez9f-uFAFIwP0HDQjz8FgmRh69kQ9ft0/s1600/Cahorros+1.jpeg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="768" data-original-width="1024" height="148" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjdrJmjjyGIiXIsQ-ZyCqp0t_lAUI0uC_VdFdp_BadZ6JssF0yzsWKq3L77n82xurpVWmcB_ulYXoX2kWCRe1tbI2ACtsYTVv0iZhqnJEHndR9Ez9f-uFAFIwP0HDQjz8FgmRh69kQ9ft0/s200/Cahorros+1.jpeg" width="200" /></a>Pero me gusta nadar, y bailar, y montar en bici. Me encanta caminar por la montaña y, a mi ritmo, ir superando las cuestas, los obstáculos, las barreras que la propia naturaleza me presenta. Me encanta orientarme -a medias- por la ruta, mirar atrás y poder ver todo lo que he avanzado, quitarme la mochila y notar el viento en la espalda, que un bocadillo de jamón me sepa a cinco estrellas Michelín después de tres horas caminando, llegar a casa y darme una ducha que me deje como nueva. Tumbarme en la cama y sentir cada uno de los músculos que no utilizo normalmente.</div>
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<br /></div>
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgKP-Dm9IPtVe-KKKbKdKBVMYJ3ckUlGoCF_mjcr_Utfezwq6jUHRYo-HpzPYNfM9xwuTlXVw_LuVlRc1YJKB5WLuH1HO7oktxF67Oauj28dRL_LJfbaLlaJ-yeHZJifxv3FRKU7ZX9cHs/s1600/WhatsApp+Image+2017-08-13+at+19.15.04.jpeg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1024" data-original-width="768" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgKP-Dm9IPtVe-KKKbKdKBVMYJ3ckUlGoCF_mjcr_Utfezwq6jUHRYo-HpzPYNfM9xwuTlXVw_LuVlRc1YJKB5WLuH1HO7oktxF67Oauj28dRL_LJfbaLlaJ-yeHZJifxv3FRKU7ZX9cHs/s200/WhatsApp+Image+2017-08-13+at+19.15.04.jpeg" width="148" /></a>Me encanta notar que mi cuerpo responde, que le puedo pedir que haga prácticamente cualquier cosa y sí, claro, le costará. No está acostumbrado. Pero responde, y cada músculo que se contrae cuando yo quiero es un triunfo.</div>
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<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Me encanta porque me hace estar agradecida. Porque mi revolución fue decir "no" a la industria cosmética, decir "no" a las tallas de ropa y a los pesos, a las imágenes de perfección inalcanzables y a los bajones de autoestima. Mi revolución fue decidir que mi cuerpo sería un vehículo, solo la realización material de mis deseos; que mis piernas serían transporte y mis brazos ayuda, mi estómago motor y la grasa acumulada, gasolina. Mi revolución fue situar mi valor como persona totalmente fuera del aspecto de mi cuerpo, para poder utilizarlo como un medio y no como un fin, para disfrutarlo y no castigarlo con dietas y con deportes que odiaba, pero quemaban más calorías. Mi revolución fue alimentarme mejor para cuidar mi cuerpo, no para hacerlo más pequeño, y practicar deporte porque puedo, no porque debo.</div>
<div style="text-align: justify;">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEifacs76dJbykhcPys1Dam4ScjUp9rzdZKxsYVCwm2t8oxl8g0vSzkB8lfaLhiX-TuQLFk92HPLkWUgHiI-thIKBZwe83-TZLI72S_p8oDSPGqdzYy50r2mGEvEDh9uWYa0eWyNLvIH6Q8/s1600/WhatsApp+Image+2017-08-13+at+19.16.09%25281%2529.jpeg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="768" data-original-width="1024" height="148" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEifacs76dJbykhcPys1Dam4ScjUp9rzdZKxsYVCwm2t8oxl8g0vSzkB8lfaLhiX-TuQLFk92HPLkWUgHiI-thIKBZwe83-TZLI72S_p8oDSPGqdzYy50r2mGEvEDh9uWYa0eWyNLvIH6Q8/s200/WhatsApp+Image+2017-08-13+at+19.16.09%25281%2529.jpeg" width="200" /></a></div>
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
A veces se me olvida. A veces no me acuerdo de que soy una privilegiada, porque <strike>casi todo</strike> mi cuerpo funciona como debería, y me lleva a cualquier parte, y le puedo pedir cosas que parecían imposibles. Porque ahora trabajo con él, no contra él, y le cuido y le quiero como parte de mí misma, no como un ente extraño que se me revela. Caminar y asombrarme de la belleza, agotarme, disfrutar, llegar más lejos de lo que hubiese pensado posible, es un privilegio.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Y me encanta.<br />
</div>
Wizhttp://www.blogger.com/profile/12433870829679587825noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5682509742822217486.post-51242077407054949762017-08-07T20:52:00.000+02:002017-08-07T20:52:01.187+02:00Recuerdos<div style="text-align: justify;">
Tengo doce años. Estoy en el patio del colegio con dos amigas, y dos de nosotras tenemos la espalda apoyada en la verja que da a la calle. De pronto, la niña que está mirando hacia fuera abre desorbitadamente los ojos y nosotras nos volvemos. Hay un hombre sentado en una moto, vestido entero de negro y con el casco puesto. Solo alcanzo a ver un borrón de color carne en su mano antes de salir las tres corriendo. Aunque nos reímos, nerviosas, no somos capaces de contárselo a nadie más.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Tengo trece años. Estoy metida en un foro de literatura donde conozco a mucha gente, y después de mucho hablar con un usuario sobre los libros que nos gustan y los géneros que nos interesan, creyendo que le conozco, me dice que si hablamos por MSN. En privado, me cuenta que cree que tiene fimosis y me pregunta cómo comprobarlo por sí mismo, cómo debería tocarse para averiguarlo. Cierro la conversación, le bloqueo y tardo más de tres años en volver a darle mi correo a nadie.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Tengo quince años. Voy en un autobús abarrotado y estoy nerviosa porque llego tarde a un examen de física. Hay mucho tráfico y el autobús va dando tantos frenazos que el hombre que tengo detrás me va golpeando la espalda. De pronto me doy cuenta de que los empujones no son involuntarios, y que ese bulto no es una cartera. Me muevo como puedo por el autobús, intentando alejarme de él, pero me sigue. Finalmente, exclamo "¡qué asco, joder!" y más gente le ve, pero nadie hace nada, así que me bajo una parada antes y llego sin aliento al examen.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Tengo dieciséis años. Son las siete y media de la mañana, estoy esperando al autobús, y un coche con dos o tres chicos dentro se detiene delante de mi parada y bajan la ventanilla. Pensando que quieren indicaciones, me quito los auriculares y escucho todo lo que me harían, y si quiero que me lleven.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Tengo diecisiete años. El profesor de educación física no nos deja ponernos una sudadera a la cintura cuando corremos y, el día que nos examinamos bailando chachachá, tenemos que ponernos tacones y falda corta y mover el culo mientras un señor de sesenta años nos mira.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Tengo diecinueve años. Mientras hablo con una amiga en un banco del Metro, un señor mayor se sienta a nuestro lado y nos pregunta qué estudiamos, dónde vivimos, si tenemos novio. Al final, nos pide dos besos e intenta dárnoslos en la boca. El respeto que tengo a los mayores me impide mandarle a la mierda, como deseo.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Tengo diecinueve años. Estoy con una amiga de viaje, comiendo un trozo de pizza frente al Coliseo. Un chico se sienta a nuestro lado y en un italiano macarrónico nos pregunta si tenemos novio. Mi amiga miente y dice que sí, pero yo no sé mentir y digo que no. Después de veinte minutos de conversación absurda, pues ninguno de los dos dominamos el idioma, me invita a cenar con él. Yo le rechazo. Se ofrece a buscarnos al día siguiente, y yo le rechazo. Nos pregunta si queremos conocer a otro amigo y salir de fiesta juntos, y yo le rechazo. Sigue insistiendo hasta que me invento que aunque no tengo "<i>fidanzzato</i>", sí estoy empezando algo con un chico en Madrid. Ahí se despide y se marcha, respetando más a mi hipotético "<i>amico</i>" que a mis cinco o seis rechazos.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Tengo veinte años. La niña a la que doy clases particulares me dice que su madre vendrá a buscarla al acabar, porque esa mañana, mientras iba al colegio, un hombre se ha acercado en la calle desierta y le ha tocado los pechos. Yo me trago la indignación y le digo que hoy puede estar impresionada, pero mañana ya no puede dejar que ningún hombre le impida hacer nada. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Tengo veintiún años. Salgo de fiesta con dos amigas y los compañeros de clase de una de ellas. Casi al final de la noche, una de ellas me dice que le gusta uno de los chicos, pero no se separa de su amigo, así que bailo un rato con él, para que ella pueda hablar con el otro chico a solas. Me cae bien, pero no me atrae. Cuando intenta besarme, le esquivo y él se cabrea. Me dice que soy una calientapollas, que si no quería nada para qué bailo con él y que le "debo" algo. Me voy a casa con ganas de llorar o de matar a alguien.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Tengo veintidós años. Acabo de salir del gimnasio y voy caminando deprisa hacia casa, con mis deportivas, mis mallas y un abrigo grueso. Es casi la hora de cenar y estoy deseando ducharme y meterme en la cama. Un chico más joven que yo se cruza conmigo en la calle desierta y, sin decir nada, me toca la entrepierna. Yo le insulto y le empujo contra un coche y, aunque él se aleja riéndose, yo llego a casa deseando haber hecho algo <i>más</i>.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Tengo veinticuatro años. Voy caminando por la calle al lado de mi padre. No es de noche, no estoy sola, no llevo falda corta. Un chico me mira de arriba a abajo, se relame y me lanza un beso. Mi madre, que iba detrás de nosotros, se queda con ganas de decirle algo.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Tengo veinticuatro años. He quedado para tomar un helado a media tarde y me pongo unos vaqueros cortos y una camiseta pero, como sé que mi amiga vendrá arreglada de trabajar, aprovecho para lucir mis cuñas de esparto. Nada más salir a la calle un chico me chasquea la lengua como a un perro y me dice que soy una "mami preciosa".</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Tengo veinticuatro años. Y me pregunto si esto va a parar algún día.</div>
Wizhttp://www.blogger.com/profile/12433870829679587825noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5682509742822217486.post-14339315675817692992017-07-29T17:00:00.000+02:002017-07-29T17:00:03.699+02:00QuieroQuiero viajar.<br />
<br />
Quiero trabajar.<br />
<br />
Quiero leer.<br />
<br />
Quiero escribir.<br />
<br />
Quiero investigar.<br />
<br />
Quiero cocinar.<br />
<br />
Quiero amar.<br />
<br />
Quiero ir al cine.<br />
<br />
Quiero escalar montañas.<br />
<br />
Quiero volver.<br />
<br />
Quiero irme.<br />
<br />
Quiero encontrar.<br />
<br />
Quiero crecer.<br />
<br />
Quiero parar.<br />
<br />
Quiero seguir.<br />
<br />
Lo quiero todo.<br />
<br />
Lo quiero ya.Wizhttp://www.blogger.com/profile/12433870829679587825noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5682509742822217486.post-40897556106436888592017-07-21T13:42:00.001+02:002017-07-21T13:42:42.622+02:00Expectativas<div style="text-align: justify;">
En el último mes, a dos comentarios sobre mi persona radicalmente distintos, he contestado "<i><b>Es que soy una persona sencilla</b></i>".</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Soy perfectamente consciente de que esto es mentira.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
No soy sencilla. <b>No <i>quiero </i>ser sencilla</b>. Soy una persona compleja, como casi todas las personas de este mundo, con gustos tan variados que me haría la misma ilusión que me regalasen un Funko de <a href="https://www.amazon.es/Funko-Hermione-Granger-figura-colecci%C3%B3n/dp/B00TQ4ZSFS">Hermione Granger</a> o las obras completas de <a href="https://www.amazon.es/Poes%C3%ADa-completa-POESIA-Alejandra-Pizarnik/dp/8426403808/ref=sr_1_1?s=books&ie=UTF8&qid=1500636630&sr=1-1&keywords=alejandra+pizarnik">Alejandra Pizarnik</a>, con aspiraciones excesivamente diversas, con unos objetivos a corto, medio y largo plazo que volverían loco a cualquiera, con convicciones contradictorias que hago convivir a golpe de <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Disonancia_cognitiva">disonancia cognitiva</a>. Con la intención de serlo, sentirlo y vivirlo <b>todo</b>.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Pero he aprendido a <b>aceptar</b> lo que viene. A preocuparme de lo que tengo entre las manos, de lo que puedo hacer, controlar y arreglar. A dejar ir las cosas que nunca podré comprender, a no estresarme por lo que no está en mis manos, a aceptar que a veces las cosas son lo que son y no puedo cambiarlo.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Hay sufrimientos que no podremos evitar. Hay heridas que no van a cerrarse nunca, personas que no van a volver, distancias que no pueden superarse, desgarros que ni siquiera mi madre podría juntar-que-junto-estabas. <b>El dolor es inevitable</b>.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Pero también he aprendido que la mayor parte del sufrimiento viene de no aceptar la situación en la que te encuentras. Porque la otra persona <b>debería </b>haber sabido lo que yo quería, porque debería haber dicho y hecho, porque con esta edad debería ser así, porque la justicia universal me debe esto. Pero el deber y la justicia universal muchas veces no existen, y la telepatía todavía tengo que verla para creerla. Todos tenemos una idea muy clara de cómo deberían ser las cosas, e incluso las personas, y esta normalmente no se corresponde con la realidad. Y aunque parte de esta realidad puede cambiarse -algunos errores pueden repararse, y siempre puedes aprender inglés-, otra parte no.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
No diré que lo he conseguido, pero sí intento dejar de vivir en lo que debería ser, y<b> aceptar lo que es</b>. Y aunque sea una persona compleja, como la mayoría, esta aceptación me hace más flexible, me ayuda a adaptarme a las situaciones, me facilita navegar el sufrimiento inevitable y me ahorra muchos que no lo son. Simplifica la vida, pues no tengo que conciliar todos mis debería y hacerlos chocar con lo que tengo delante, sino simplemente dejarlos ir e intentar trabajar con lo que sí existe.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Y por eso, sí, de algún modo <b>soy una persona sencilla.</b></div>
Wizhttp://www.blogger.com/profile/12433870829679587825noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5682509742822217486.post-21408099176099932702017-07-12T11:53:00.003+02:002017-07-12T11:57:42.253+02:00Kintsugi<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt; text-indent: 35.45pt;">En la cultura japonesa existe una
técnica, el <b><a href="https://www.youtube.com/watch?v=NksLb5XZSLY">kintsugi</a></b>, que significa “carpintería en oro”. Surgió en el siglo
XV, cuando el emperador envió a arreglar unas tazas que apreciaba mucho y
fueron reparadas toscamente, con grapas. El emperador volvió a pedir que las
arreglaran, demostrando el respeto que merecían esas piezas. Entonces, los
artesanos unieron los trozos con resina mezclada con oro. El resultado fueron
unas tazas <b>más fuertes, más bellas y únicas</b>, pues sus roturas no eran iguales a
las de ninguna otra pieza de cerámica.</span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">El kintsugi se puede aplicar también a
las personas: cada fracaso, cada rotura, se puede reparar toscamente, o se
puede ocultar el daño y fingir que no está aquí. El resultado será una cerámica
débil, con grietas, que ya no podrá cumplir su propósito. Sin embargo, también
se puede reparar con comprensión, cariño, con el amor de los demás y a uno
mismo, y a través de la oración. Esta reparación dará lugar a una <b>persona más
compleja, pero también más fuerte</b>, cuyos defectos y fracasos la hacen única,
cuyas cicatrices reflejan lo que ha vivido y lo que ha aprendido.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><br /></span></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh0Mwbu3yU0CCzGT0SoAq5SqBlR6Jb0Tlx5joi4MEC2hHFuOsey08PXMIg_-7cWfeYSU7qNBJg9NatNUeX-Xl1VE7DGfQ6yJ1ZqANm1Q0nfwS1sjap-831AFLuS9mKr6m6y5A-pENYT4oo/s1600/Expansion+-+Paige+Bradley+-+NYC.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="425" data-original-width="628" height="215" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh0Mwbu3yU0CCzGT0SoAq5SqBlR6Jb0Tlx5joi4MEC2hHFuOsey08PXMIg_-7cWfeYSU7qNBJg9NatNUeX-Xl1VE7DGfQ6yJ1ZqANm1Q0nfwS1sjap-831AFLuS9mKr6m6y5A-pENYT4oo/s320/Expansion+-+Paige+Bradley+-+NYC.jpg" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><a href="http://culturainquieta.com/es/arte/escultura/item/9835-historia-de-una-impresionante-escultura.html">Expansión - Paige Bradley</a></td></tr>
</tbody></table>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "times new roman" , serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "times new roman" , serif;">He estado nueve días intentando comprender que mis errores, que mis equivocaciones y mis fallos, todos los dolores que acumulan mi cuerpo y mi mente, son <b>las grieta</b>s que me hacen única. Que antes de romperme, todo era más fácil, pero también menos intenso y menos bello. Que no debería intentar olvidar ni ocultar las cosas que no hice ni las que hice mal, las cosas que me han moldeado a golpe de martillo, sino que debería hablar de ellas y <b>enorgullecerme</b>, porque sobreviví. Porque aprendí. Porque con tiempo, mucho tiempo, las he rellenado de resina y oro. Me he hecho más fuerte, más bella y más única gracias a ellas.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "times new roman" , serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "times new roman" , serif;"><b>No debo esconderlas.</b></span></div>
Wizhttp://www.blogger.com/profile/12433870829679587825noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5682509742822217486.post-57061902884163547772017-06-01T10:30:00.000+02:002017-06-01T10:30:01.132+02:00Sapir-Whorf<div style="text-align: justify;">
<b>Las palabras pueden cambiar el mundo.</b></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Que no lo digo yo, que lo dicen Edwar Sapir y Benjamin Lee Whorf.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Aparentemente, existe una teoría en el campo de la psicología y la lingüística, que se podría considerar determinismo lingüístico, que explica cómo y por qué el lenguaje que emplee un individuo puede afectar a su visión del mundo, su memoria y la forma en la que clasifica o conceptualiza la realidad: la <b><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Hip%C3%B3tesis_de_Sapir-Whorf#Historia_del_concepto">hipótesis de Sapir-Whorf</a></b>. Esta hipótesis determina que, por ejemplo, un hablante puede dar más importancia a la forma o al material del que está hecho un objeto, según la estructura de su lengua materna. O que se pueden distinguir más o menos colores, en función del vocabulario disponible en el idioma.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Esta es una hipótesis controvertida y muy criticada, sobre todo en su versión fuerte, y mi conocimiento de la misma es limitado y wikipédico, pero no hace más que confirmarme una cosa: que las palabras que utilizamos, las categorías gramaticales que manejamos, el idioma en el que pensamos <b>estructura y afecta al propio pensamiento</b>.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Por eso, decir "<b>persona con autismo</b>" o "persona con discapacidad" en lugar de autista o discapacitado no es una cuestión de ser un modernito. Es reflejar que primero y antes que todo, la persona es persona, y además tiene autismo.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Por eso, mirarse al espejo y ver tus muslos grandes, tus estrías, tu cara de pan y tus pechos pequeños y pensar, qué <b>guapa</b> que estoy, voy a salir a comerme el mundo, puede darte la confianza para hacerlo. Para comerte el mundo y todas las pizzas que hagan falta.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgokQP-eIYbY_OnR8FYdygwgURXW-7qoZ3aWHTRqc0kxvt6e77yduotm2LpJkX6IzRizRJXMqdibw6lSB-2IrSR6d6FIiFBNR-fi0tAjEvszzP_QtVqjT5__IOKl2sr-uBbQnYGO1B418g/s1600/dyke.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="709" data-original-width="500" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgokQP-eIYbY_OnR8FYdygwgURXW-7qoZ3aWHTRqc0kxvt6e77yduotm2LpJkX6IzRizRJXMqdibw6lSB-2IrSR6d6FIiFBNR-fi0tAjEvszzP_QtVqjT5__IOKl2sr-uBbQnYGO1B418g/s320/dyke.jpg" width="225" /></a>Por eso, es muy distinto decirse "hoy ha sido un día poco <b>productivo"</b> que pensar "soy una persona improductiva, vaga y hoy no he hecho nada de provecho". Cosa que tengo que recordarme en esos días en los que, como hoy, no he hecho absolutamente nada y me siento fatal.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Por eso es radicalmente distinto llamarse <b><a href="http://www.locarconio.com/2017/01/por-que-se-llama-feminismo-y-no-igualitarismo/">feminista</a></b> que llamarse igualitario, o humanitario, o todos esos palabros con los que salen por la tangente para no decir que no saben lo que es feminismo.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Por eso se recuperan palabras como <b>marimacho, feminazi, bollera, maricón, bi-ciosa</b>, palabras que han sido lanzadas como insultos, como <a href="https://68.media.tumblr.com/1c1246b44ccb6626c252a7111bf5eab9/tumblr_oq8ra4hqEz1st1u6so1_1280.jpg">piedras con las que los insultados se han hecho murallas</a>. Porque las palabras pueden hacer daño pueden lanzarse o pueden utilizarse para construir, para cambiar la forma de ver el mundo. Porque hablamos de acuerdo a nuestra ideología, pero también nuestra ideología puede cambiarse, poco a poco, según lo que pensamos.</div>
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Porque no lo digo yo, aunque también lo digo.</div>
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<b>Las palabras pueden cambiar el mundo.</b></div>
Wizhttp://www.blogger.com/profile/12433870829679587825noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5682509742822217486.post-64108024264713285672017-05-22T12:00:00.000+02:002017-05-22T12:00:22.692+02:00¿Sería una Criada?<div style="text-align: justify;">
Hace una semana leí —más bien, devoré con verdaderas ansias— la novela de Margaret Atwood, <i><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/El_cuento_de_la_criada">El cuento de la criada</a></i>, que tanto está dando que hablar a raíz de su adaptación a la televisión. Aunque fue publicado en 1985, es de una preocupante actualidad. Supongo que esto es lo que pasa con todas las distopías, con toda la buena ciencia ficción: que es inmortal —al menos, hasta que es superada por la ciencia—.</div>
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Sin entrar en muchos detalles, porque me encantaría que el mayor número posible de gente lo lea o vea la serie, os cuento que cuenta la historia de Defred, una mujer viviendo en una sociedad futura, pero no muy lejana, en la que los roles sociales y especialmente los de las mujeres están rígidamente divididos. Por un grave problema de natalidad, todas las mujeres con capacidad reproductiva han sido nombradas Criadas, pertenecen a un Comandante y debe procrear con él para que, junto a su Esposa, puedan criar al bebé de acuerdo a los ideales ultracatólicos del nuevo régimen.<br />
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgmTMtSdzEfW0FnDqc7OkhtJXdjnH3A8n2KRTr0FqelyX7eP26TfBJnOyQ5jsnkUE53lW9TuI84scPjVGg9xEq_afQScJ-0XeRwwt2kc9APIXCP32SEVeHgMhagXS45LyCeixOlJJFXumI/s1600/handmaids+tale.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="213" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgmTMtSdzEfW0FnDqc7OkhtJXdjnH3A8n2KRTr0FqelyX7eP26TfBJnOyQ5jsnkUE53lW9TuI84scPjVGg9xEq_afQScJ-0XeRwwt2kc9APIXCP32SEVeHgMhagXS45LyCeixOlJJFXumI/s320/handmaids+tale.jpg" width="320" /></a></div>
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Es una premisa fantástica y, a pesar de que la novela tiene casi ninguna acción y consiste en una descripción exhaustiva de esta sociedad distópica, tambíen es un libro fantástico. Una gran diferencia con otras distopías que he leído es que la protagonista sí sabe que hay otra sociedad posible, que existe otra forma de vida: el régimen de Gilead ha sido instaurado solo tres años antes del presente de la historia. Defred recuerda a su marido y su hija, recuerda trabajar y tener su propio dinero, la libertad de ser mujer a finales del siglo XX, la lucha feminista en la que estuvo involucrada su madre, los derechos que uno a uno le fueron quitando. Defred conoce las mentiras del régimen y sabe lo que ha perdido. Defred ha sido educada para ser una mujer libre y, sin embargo, es la perfecta Criada.<br />
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Leyendo el libro, quería pensar que yo no lo haría. Que no elegiría la esclavitud, el verme reducida a un cuerpo, menos aún, a un útero. Que intentaría escapar, que me rebelaría, que elegiría ser asesinada o enviada a las Colonias (campos de trabajo forzoso) antes que aceptar que me arrebatasen la libertad de elegir, de leer, de hablar, de pensar y de sentir. Pero también sé que es fácil perderse los primeros signos de alarma, que cuesta menos agachar la cabeza y pensar que ya pasará, que no sería la primera ni la única en sucumbir al miedo y pensar que otros vendrían a arreglarlo por mí.<br />
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¿Podría convertirme en una Criada? ¿Podría abandonar mi educación y mis principios? ¿A cuánto estaría dispuesta a renunciar a cambio de un poco de seguridad? </div>
Wizhttp://www.blogger.com/profile/12433870829679587825noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5682509742822217486.post-85014581346896725112017-05-17T10:14:00.001+02:002017-05-17T10:14:26.759+02:00La universidad de la calle<div style="text-align: justify;">
Hace una semana que estoy en la calle, captando socios para <a href="http://acnur.es/">ACNUR</a>. Así que ya sabéis, si a alguien le interesa, que se pase por Granada y yo le apunto.</div>
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh2NkSKNeG92UAxn963MF6xTsUK7FyVJtswrNdMzhdDnIxrXA1baktGEvsvivxGZuJJ2BLn5ZUhudyDvNnLM6h4boe35oAfFvHDHANjULzgpJiO08WfQTJVJ7Q0iFFMl1HGH5UmVjUBKQI/s1600/Acnur.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="68" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh2NkSKNeG92UAxn963MF6xTsUK7FyVJtswrNdMzhdDnIxrXA1baktGEvsvivxGZuJJ2BLn5ZUhudyDvNnLM6h4boe35oAfFvHDHANjULzgpJiO08WfQTJVJ7Q0iFFMl1HGH5UmVjUBKQI/s200/Acnur.jpg" width="200" /></a>Lo malo que tiene la calle es que a veces llueve, a veces hace demasiado calor y siempre tienes que estar de pie mucho rato y te revientas los riñones. Lo bueno es que te enseña muchas cosas. Por ejemplo, que se pilla antes a un mentiroso que a un cojo, o que un viernes a las seis de la tarde hay mucha gente paseando por el centro histórico de Granada con toda la prisa del mundo. </div>
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También te enseña a quién tienes que parar y contarle la de refugiados que necesitan su ayuda —60 millones, por si os lo preguntabais—. Y no hay que parar a la gente que va de compras y no tiene prisa, ni a las señoras con joyas que tienen de sobra para dar 15€ al mes. No hay que parar a la gente que va con una Biblia en la mano y cara de superioridad, aunque sí a las religiosas porque, aunque no puedan colaborar, te escuchan con amabilidad. Hay que parar, preferiblemente, a la gente joven, que a lo mejor está en el paro, que a lo mejor son estudiantes, pero que al menos te escuchan y prometen, con cierta sinceridad, buscarte cuando consigan trabajo.</div>
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgr-zpgvLz6N6G3HsVIkubwNNkRSm6NJWBPoVyzsmDyfTdrTkEoBgS0x0MHDlnVb2TDvupolUCXYQWdLOZlUWK6W6g4OSR7XFPsMEHCTZ_1v09PwzDAwOz0SMZgC-vQiDMj_SNY-kFnoHs/s1600/agua.jpeg" imageanchor="1" style="clear: right; display: inline !important; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgr-zpgvLz6N6G3HsVIkubwNNkRSm6NJWBPoVyzsmDyfTdrTkEoBgS0x0MHDlnVb2TDvupolUCXYQWdLOZlUWK6W6g4OSR7XFPsMEHCTZ_1v09PwzDAwOz0SMZgC-vQiDMj_SNY-kFnoHs/s200/agua.jpeg" width="150" /></a>Te enseña, sobre todo, que la amabilidad nunca está sobrevalorada. Que entre alguien que pasa a tu lado y ni siquiera te contesta, como si no fueses una persona que le está hablando sino un obstáculo muy molesto, y otra que te diga "Lo siento, no te puedo atender, que vaya bien la tarde", no hay un mundo de distancia, hay dos. Ninguna se ha parado, pero mientras que una te deja sintiéndote menos persona, la otra te da fuerzas para seguir haciendo tu trabajo.</div>
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Ayer me metí en un casino de la calle en la que estábamos currando, para ir al baño. Y resulta que la camarera también había estado trabajando para ACNUR. Me preguntó por mi equipo, se interesó por cómo me estaba yendo y, sabiendo que estaría cansada y muerta de sed, me dio una botellita de agua fría. Y esta interacción de dos minutos, esa botellita de agua, me salvó la tarde. Porque efectivamente, estaba agotada, física y psicológicamente, y que alguien me tratase con respeto, con amabilidad y hasta con cariño me recordó qué estaba haciendo; vender algo, sí, pero no aspiradoras: solidaridad, ayuda, humanidad.</div>
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Sé que los captadores y los relaciones públicas son una plaga, y son molestos. Que cuando vas con prisa, o incluso sin ella, lo último que te apetece es escucharlos. Y no tenéis que hacerlo, es su trabajo conseguir que os paréis. Pero recordad, por lo menos, que la amabilidad nunca, nunca está sobrevalorada.</div>
Wizhttp://www.blogger.com/profile/12433870829679587825noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5682509742822217486.post-52382147569560331932017-05-04T22:00:00.001+02:002017-05-04T22:00:06.444+02:00El papel de tu vida<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
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<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Claqueta y acción.
Comienza la película de hoy. No te enfrentes al espejo. Maquíllate, maquíllate.
Odia tu rostro y mente. Odia tu capacidad para ocultarte, la debilidad de tu
silencio. Odia también las curvas que no deberían existir, la voz tan fina y
los pechos tan gruesos. Odia lo que debas odiar para mantener tu papel. Odia la
falda y los tacones, odia el sujetador que te compró tu madre, odia que te
sigan diciendo cómo se comporta una señorita. Odia, y que ese fuego te caliente
por dentro para salir al mundo y fingir, un día más, que eres una chica.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
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<iframe width="320" height="266" class="YOUTUBE-iframe-video" data-thumbnail-src="https://i.ytimg.com/vi/EFjsSSDLl8w/0.jpg" src="https://www.youtube.com/embed/EFjsSSDLl8w?feature=player_embedded" frameborder="0" allowfullscreen></iframe></div>
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Wizhttp://www.blogger.com/profile/12433870829679587825noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5682509742822217486.post-60841836318155184692017-04-26T18:52:00.001+02:002017-04-26T18:52:07.459+02:00Productividad<div style="text-align: justify;">
Soy una persona altamente productiva. Al menos, eso quiero pensar. Nunca he entregado un trabajo tarde. Nunca me he presentado a (casi, seré sincera) ningún examen sin estudiar. No digo que no a nada, a no ser que me sea absolutamente imposible hacerlo o asistir. Me gusta estar ocupada. Estoy acostumbrada a estudiar, y estudiar mucho, y a la vez tener clases de idiomas, talleres de escritura, voluntariados varios, un blog, tres libros de lectura simultáneos. </div>
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Paradójicamente, también soy una persona bastante vaga. Me cuesta ponerme en marcha, y una vez me pongo a hacer algo lo termino, eso seguro. Pero tengo que ponerme. Y aunque llevo muchos años intentando no hacerlo todo en el último minuto, y lo estoy consiguiendo, sí necesito la presión de una fecha límite, de un compromiso público, de algo externo a mi propio compromiso conmigo misma que me haga hacerlo.</div>
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No digo que sea excesivamente sano. Mentalmente, me hace vivir con mucha presión, constantemente. Me hace perderme muchas cosas que me gustaría hacer, por el hecho de haberme comprometido a otras que en el último momento me parecen más importantes. No es sano, pero es lo que hay.</div>
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La parte buena es que tengo mis formas de comprometerme, aunque no haya un profesor poniéndome nota ni un jefe pidiéndome resultados. Puedo hacer el reto de los 50 libros al año y que esto me suponga un compromiso equivalente al de una asignatura anual. Puedo comprometerme a hacer tres entradas al mes y, aunque sea en la última semana del mes, escribirlas -y sin embargo, cuando me comprometí a hacer prácticamente una entrada al día en marzo también lo conseguí... Diferentes compromisos, diferente productividad-. Puedo escribirlo en la agenda y que esto me obligue, ante mí misma y ante nadie más, a hacerlo.</div>
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Está bien saberlo. Necesito comprometerme. Necesito fechas y objetivos. Necesito algo de presión para acabar de hacer las cosas. Así que, si alguna vez prometo algo... Obligadme a cumplirlo.</div>
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