martes, 30 de julio de 2013

Camino

La vida me ha demostrado una y otra vez que es la mejor metáfora que existe de un camino.

¿O era al revés?

No importa. Uno por otra, es lo mismo.

Porque al principio, no se ve la meta; y podemos imaginarla o podemos planearla, pero el caso es que es incierta. Y que cuesta llegar. Vaya que si cuesta. Más aún, si le añadimos el sol, la sed, la altura...



No hay caminos fáciles (si no contamos las caídas... Aunque ahí realmente, no estás andando, ¿no?).

Pero por cansado que estés


Y aunque a veces ni siquiera te llegue el aire


La cima de la montaña siempre tiene su recompensa.



 Y más, cuando se anda en buena compañía.


viernes, 26 de julio de 2013

Se dice por Brasil...

"Necesitamos santos sin velo, sin sotana. Necesitamos santos de jeans y zapatillas. 

Necesitamos santos que vayan al cine, escuchen música y paseen con sus amigos. 

 Necesitamos santos que coloquen a Dios en primer lugar y que sobresalgan en la Universidad. 

 Necesitamos santos que busquen tiempo cada día para rezar y que sepan enamorar en la pureza y castidad, o que consagren su castidad. 

Necesitamos santos modernos, santos del siglo XXI con una espiritualidad insertada en nuestro tiempo. 

Necesitamos santos comprometidos con los pobres y los necesarios cambios sociales. 

 Necesitamos santos que vivan en el mundo, se santifiquen en el mundo y que no tengan miedo de vivir en el mundo. 

 Necesitamos santos que tomen Coca Cola y coman hot-dog, que sean internautas, que escuchen iPod.

 Necesitamos santos que amen la Eucaristía y que no tengan vergüenza de tomar una cerveza o comer pizza el fin de semana con los amigos.

 Necesitamos santos a los que les guste el cine, el teatro, la música, la danza, el deporte. 

 Necesitamos santos sociables, abiertos, normales, amigos, alegres, compañeros. 

Necesitamos santos que estén en el mundo y que sepan saborear las cosas puras y buenas del mundo, pero sin ser mundanos." 

 No sé vosotros, pero yo pienso buscar a todos los santos que pueda.

lunes, 22 de julio de 2013

Ni modo

Bolivia es el país donde "todo es posible, pero nada es seguro".

Esto significa que en los últimos tres días he ido y no ido de Cochabamba al Alto y viceversa tres o cuatro veces. El viaje de Schrödinger, se podría llamar este fin de semana. Porque si las flotas no salen porque hay nieve en la cumbre, o pierdes el avión gracias a una trancadera de una hora, sólo puedes encojerte de hombros y pensar "Ni modo".

Pero también significa que en cualquier parte, de cualquier forma, puedes conocer a personas extraordinarias. O puedes viajar a la selva en cuatro horas. O estar un día a 300m sobre el nivel del mar y a 4000m al siguiente. O revivir cosas que ni siquiera viviste.

Se echan de menos las seguridades de España, no os mentiré. Quedar a una hora y aparecer, tener billetes de avión y viajar cuando estaba previsto, poder planificar cosas con más de media hora de antelación... Será que soy muy rígida. Será mi inexistente ascendencia británica. O que no llevo suficiente tiempo aquí.

Pero también es muy de agradecer que en cualquier esquina te esté esperando el misterio. Que nada sea imposible. Porque eso, queridos horarios, no existe en España.

sábado, 20 de julio de 2013

Improvisando

Hay cosas que sabes desde siempre que te harán mucha ilusión. París, Italia, un campamento, el despegue del avión... Hay emociones para las que llegas preparada.

Y hay emociones que te llegan de repente, sin avisar ni nada las muy sibilinas, y te atacan por la espalda y te conquistan antes de que te dé tiempo a poner una defensa que, de todas maneras, no quieres poner. Hay ilusiones que no sabías que existían, pero ahí están.

Nunca he soñado con ir a la selva, que yo recuerde. Tenía otros objetivos, otros sitios que, no sé por qué, me parecían mucho más apetecibles. Error. Os puedo asegurar que no hay nada más bonito que estar rodeada de todo ese verde.


Busca lo más vital, no más...

lunes, 15 de julio de 2013

Caminos

Llega un momento en la vida en el que descubres que, casi siempre, hay dos maneras de hacer las cosas. Dos opciones, dos caminos, dos elecciones posibles.

Pero también descubres que, normalmente, la más fácil no es ni la más divertida, ni la más satisfactoria, ni la que más caminos nuevos abre. La más fácil suele ser la renuncia, la pereza, el "ya lo hará otro", el miedo. La más fácil suele ser la derrota, así que la opción más fácil suele traer consigo el sufrimiento. Es sorprendente descubrir que, intentando evitar el dolor y las complicaciones, sólo consigues dos tazas.

En cambio, la opción difícil suele venir, primero, con un quebradero de cabeza. La obligación de pensar, de salirse del camino marcado y de lanzarse a lo desconocido. Después, con una lucha y una sucesión interminable de decisiones. Un largo camino de elecciones que, si todo va según lo previsto, no serán fáciles.

Pero al final de esa marcha, con los hombros cargados, la espalda dolorida y los pies llenos de ampollas, llegas a la cima de la montaña. Y allí, a pesar de todos los baches, se tienen las mejores vistas. Pero esto sólo se descubre, claro, cuando caminas hasta el final. Si no, te queda sólo el sudor y las lágrimas.

Esta entrada es inútil, por cierto. Nada de lo que te digan, ninguna advertencia, va a enseñarte el paisaje, ni va a ayudarte a andar. Pero, oye, toda preparación es poca cuando te enfrentas a una montaña.

sábado, 13 de julio de 2013

¿Qué les queda a los jóvenes?

Les podría quedar el desaliento, la desilusión, el abandono. Les podría quedar la indignación, la rabia, el grito estrangulado. Les podría quedar la desidia, la pereza, la falta de ilusión.

Pero les podría quedar también la fuerza, la osadía, la libertad. La energía que dan los pocos años consumidos y la inmensidad de los tiempos sin estrenar. Les podría quedar el mundo entero, nos podría quedar el mundo entero, que es nuestro.

Nos queda todo. Lo tenemos todo, sin saberlo. Y es cosa nuestra aprenderlo, descubrirlo, tomarlo y disfrutarlo.

Aprendamos de los sabios y de los poetas.

¿Qué les queda a los jóvenes?
Mario Benedetti


¿Que les queda por probar a los jóvenes 
en este mundo de paciencia y asco?
¿Sólo grafitti? ¿rock? ¿escepticismo?
también les queda no decir amén
no dejar que les maten el amor
recuperar el habla y la utopía
ser jóvenes sin prisa y con memoria
situarse en una historia que es la suya
no convertirse en viejos prematuros

¿qué les queda por probar a los jóvenes
en este mundo de rutina y ruina?
¿cocaína? ¿cerveza? ¿barras bravas?
les queda respirar/ abrir los ojos
descubrir las raíces del horror
inventar paz así sea a ponchazos
entenderse con la naturaleza
y con la lluvia y los relámpagos
y con el sentimiento y con la muerte
esa loca de atar y desatar

¿qué les queda por probar a los jóvenes
en este mundo de consumo y humo?
¿vértigo? ¿asaltos? ¿discotecas?
también les queda discutir con dios
tanto si existe como si no existe
tender manos que ayudan/ abrir puertas
entre el corazón propio y el ajeno
sobre todo les queda hacer futuro
a pesar de los ruines del pasado
y los sabios granujas del presente.

sábado, 6 de julio de 2013

Nos vamos de campamento.

Hoy, sale de Moratalaz un autocar cargado de niños, monitores, mochilas, sacos, aislantes, comida, material escolar, cuerda de pita, cantimploras... Esa es su carga material, claro. La que más pesa. Luego, está la carga que aligera: las ganas de pasarlo bien, la ilusión, el cariño, la fuerza de una comunidad que canta junta "¡Estamos aquí, ya hemos llega'o, somos los de la Nati! ¡De lo mejor, de lo peor, siempre de buen humor!".

Hoy, sale un autocar de Moratalaz, Madrid. Pero yo estoy en Santa Cruz, Bolivia. Por primera vez en diez años, no estoy montada en ese autocar. Mis ganas, mi ilusión, mi cariño y mi fuerza están, de manera extraordinaria y sin que sirva de precedente, al otro lado del charco.

Quien no ha vivido un campamento de la Nati no sabe de lo que estoy hablando. Pero son diez días que te cargan las pilas, que te dan la vuelta a las ideas, que te cambian la vida. (¡Hala, exagerada!) Que sí, que sí. La vida. Y si no, pasaos por la Nati cuando vuelvan, y preguntadles si son los mismos que los que se fueron. Mentirán como bellacos si contestan que sí.

Hoy, sale de Moratalaz un autocar en el que yo, o mejor dicho, mi cuerpo, no está montado. Pero no os preocupéis, porque soy bruja y, con sólo cerrar los ojos y pensarles muy fuerte a todos, puedo teletransportarme. 

Y no hay duda de que, desde hoy y hasta el 14, va a haber mucha brujería por aquí.

miércoles, 3 de julio de 2013

Tres palabras.

Aquí, los regalos no siempre son materiales. Hace unos días, por ejemplo, me regalaron tres palabras.

Coherencia.

Que es el puente entre lo que creo y lo que hago; entre mi mente, y mis actos.

Transparencia.

Que es la capacidad de dejar pasar la luz. O la Luz.

Compromiso.

Que es la entrega de tu tiempo, tus actos, tu mente, tu coherencia y tu transparencia. La consecuencia inevitable de vivir las dos anteriores palabras hasta el extremo.

Y como yo no soy una persona egoísta y este es un regalo muy fácil de compartir, las recojo y os las regalo también. Espero que os gusten, porque no tengo ticket para devolverlas.

martes, 2 de julio de 2013

FAQ

Dicen que es difícil contestar a ciertas preguntas. Ya sabéis, las trascendentales, las grandes cuestiones de la filosofía.

Que no os engañen.

Lo que es difícil es hacer buenas preguntas.

Las preguntas adecuadas a cada momento, las que necesitas oír, aquellas para las que no tienes respuesta, pero te dan ganas de buscarla. Las preguntas que te ayudan a ser mejor, a crecer, a avanzar por el camino que quieres y no por el que te dicta la inercia. No tenéis ni idea de lo difícil que es hacer ese tipo de preguntas.

Por fortuna, tengo a mi alrededor personas que tienen el don de hacerlas, así de fácil, así de natural. Como si llevasen toda la vida haciéndome cuestionarme a mí misma. Sí, claro que lo habéis adivinado. Mi hermana.

Todos deberíamos tener, por prescripción médica, una conversación anual con mi hermana. Por lo menos.