jueves, 5 de enero de 2012

DGT

Hoy, aunque soy fina y recatada, ya me conocéis todos que me expreso con exquisita corrección, quiero hacer un furibundo alegato contra los hijos de perra de Tráfico. Concretamente, con el mono delante de un ordenador que han colocado para decidir la fecha de los exámenes. Aunque, sinceramente, esto es demasiado ofensivo para los pobres primates, que son simpáticos y agradables en la mayoría de las ocasiones. Los de Tráfico, en cambio, son siempre unos cabrones sinvergüenza.

Y es que no tiene otro nombre que te tengan, a cuatro días de empezar los exámenes de la facultad (esos que se molestan en fechar con meses de adelanto porque, al parecer, es algo que no prohíbe ninguna religión o legislación vigente...), haciendo malabarismos a ver cuándo les va a dar por poner el examen, para ver si te coincide con el de una asignatura que llevas meses estudiando, o no. No lo puedes saber porque, obviamente, la fecha de los exámenes prácticos de conducir se fija según los posos del café, la conjunción de los astros o cuánto les apetezca trabajar a los examinadores y eso, como sabe todo el mundo, no se puede predecir con antelación.

Esto, junto a examinadores con un obvio retraso y el pastón que te cobran cada vez que intentas sacarte el puñetero carnet (esto es algo contra lo que también me gustaría hacer un alegato, el hecho de tener que doñnar un riñón cada vez que te quieres examinar de cualquier cosa... es maravilloso), me hace pensar que... ¡Tiro en la nuca, ya!

Me estreso ¬¬

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