sábado, 17 de diciembre de 2011

El Show de Truman.

Me pasó lo mismo cuando vi Matrix. Primero, me encantó. Segundo, flipé. ¿Y si nosotros también vivimos en Matrix? ¿Y si alguien lo descubrió y dejaron ahí la película porque nos entretenía y así pensábamos que no era posible? ¿Eh? ¿Te imaginas? Pues ahora estoy igual. ¿Y si alguien es tan retorcido que es capaz de llevar a la realidad El Show de Truman? ¿Y si mi vida es telebasura? No es que yo sea más interesante que Belén Esteban, no os penséis, pero... A lo mejor la propia Belén (pobre) es fruto de un productor sociópata (de más de uno, me vais a decir... Bueno, ya, pero centraos en el mensaje).

Y una vez que mi imaginación desbocada y somnolienta (no sé cómo hago para siempre ver las películas más interesantes a las horas menos decentes...) me ha colocado en ese mundo que me da escalofríos, en el hecho de estar viviendo una mentira y ni siquiera darme cuenta, en ser la marioneta de algún desquiciado que juega a Dios, llego al tercer paso. Pensar. ¿Qué haría yo? ¿Pastilla roja o azul? ¿Saldría, o me quedaría en el estudio? Porque me da un jari sólo de pensar que yo sea Truman, claro. Pero también me da un jari pensar en renunciar a todo lo que tengo ahora por una verdad cruda, descarnada, un mundo peor, más feo, más frío, más agresivo incluso. Me tiemblan las piernas sólo de pensar que lo que hay ahí fuera, la verdad (si es que eso es verdad y no estamos metidos en un infinito bucle de personitas que juegan a ser Dios, de películas dentro de películas, de Matrix sobre Matrix y tiro porque me toca...) es peor que esto que nos ha tocado vivir. Y eso que no tengo grandes quejas con mi vida ahora mismo. Y pensar en lo feliz que soy ahora, que ha sido orquestado por un guionista... Brrrr. Me dan escalofríos. Pero pensar en renunciar a mi familia, a mis amigos, a mi carrera... Pues también me dan los siete males, he de confesar.

Y vosotros, ¿qué elegís? ¿Pastilla roja o azul? ¿Felicidad, o verdad?

1 comentario:

  1. La idea de que nada existe viene desde Hume y aún antes. Pero él fue el primer teórico que destruye incluso el "pienso luego existo"

    De todas formas esta clase de películas creo que están bien para pensar en el momento actuar, quizá no haya cámaras, personas guionizadas o un montón de máquinas con gente enchufada, pero las redes sociales de las que abusamos, internet etcétera sirven tambien de mundo dual y sirven también para ser vigilados. De momento parece que no hay grandes perjuicios, pero sí es verdad que hemos abandonado nuestra intimidad, y encima voluntariamente.

    En fin, un placer leerte y por si no nos vemos más tarde: Buenos días, buenas tardes y buenas noches ;)

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