viernes, 26 de noviembre de 2010

Brindemos.


Brindo por negártelo todo, por un firme y rotundo NO general! que sólo confirme que asentiría por ti hasta romperme el cuello. Porque resulta que es verdad que, cuando una mujer dice no, significa .

Brindo por la violencia de género jugando a coche amarillo, porque los corredores de amarillo no valen!, porque los contenedores sí, por resarcirme de todas las veces que has tenido más reflejos que yo. Porque un mini amarillo antes era alegría; ahora, felicidad.

Brindo por el ñah, por el puh, por el maah, por el prrrr y porque contigo no hace falta hablar, si me lees la mente, los ojos, los labios y hasta la piel. Si sabes qué significa una respiración, para qué necesito las palabras.

Brindo por salir, beber, porque sea el rollo de siempre. Porque tendrás que emborracharme otra vez, pero ya sabes que tenemos algo pendiente. Robaré esas llaves.

Brindo por el sexo en la calle, en cualquier jardín, parque o parroquia. Porque el infierno, después de esto, es NADA. Que venga Satanás a quejarse, si se atreve, que yo ya no le tengo miedo a nada. Ni respeto.

Brindo por el número siete, que ya sabes que es mágico. ¿Nunca te he dicho que esto me huele muy bien?

Brindo por ti. Con un chute de tequila en vena.

Brindemos...



¡Golfa!

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