miércoles, 30 de septiembre de 2015

Por la literatura de mujer

Ayer, me vine a vivir a Salamanca. Voy a hacer un máster en Literatura Española e Hispanoamericana y tengo toda la intención, si me lo permiten, de especializarme en literatura hispanoamericana. Más concretamente, del cono sur. Y más concreto todavía, en escritoras. En eso que hemos decidido llamar literatura de mujer.
Cristina Fernández Cubas - Mi hermana Elba

Y qué mal les sienta a algunas. 

El año pasado tuve que leer un libro llamado Palabras de mujer. Lo saqué de la Biblioteca de la mujer de mi facultad para escribir un trabajo sobre Cristina Fernández Cubas. No específicamente sobre su ser mujer y escritora, pero imaginaba que el tema podría salir a relucir. Y salió, pero solo para descubrir que ella y muchas otras de las entrevistadas aborrecen el término "literatura de mujer". Porque limita, porque es asumir que las mujeres solo escriben de una forma, porque lo que se ha abusado de él en los últimos cincuenta años.
Sor Juana Inés de la Cruz - Primero sueño

Y no te digo que no tengan razón. Porque los hombres escribían, y escribían teatro, poesía, narrativa; escribían terror, fantasía, romance, realista, ciencia ficción, intimista. Escribían lo que querían y cuando querían, y de vez en cuando surgía la puntual monja rebelde que dejaba su nota a pie de página en la historia de la literatura. Pero de repente, la mujer empezó a escribir también. Empezó a escribir en público, en alto, con orgullo y de manera abundante. Ante tanta novedad, seguramente los eminentes filólogos no encontraron otra etiqueta que colocarle que la de "literatura de mujer".

Yo lo entiendo. Las mujeres habían estado calladitas en casa y de repente, se ponían a publicar cosas.  Por suerte, al principio las pobres hablaban de lo que conocían: su casa, su cocina, sus frágiles y románticos sentimientos... Así que una sola etiqueta para todas esas pasteladas encajaba bien, ¿verdad? ¿Verdad?

Mary Shelley - Frankenstein

Obviamente, no. Solo por poner un ejemplo, uno pequeño y fácil, fue Mary Shelley quien inventó la ciencia ficción. Frankenstein, ¿os suena? Las mujeres siempre han escrito con la misma calidad y la misma diversidad que los hombres, y quién sabe dónde estaríamos ahora si cosas como la educación o la libertad hubiesen estado antes a nuestro alcance. Si aceptas el reto de no leer libros escritos por hombres blancos, hetero y cis, descubrirás un mágico mundo de luz y de color a tu alrededor. Historias que todavía no han sido contadas, protagonistas que no habían sido imaginadas, perspectivas desde las que nunca, figúrate, se había mirado el mundo. 

Lina Meruane - Sangre en el ojo
Necesito el feminismo porque estoy cien por cien a favor de la literatura de mujer. La literatura de terror de mujer, la literatura fantástica de mujer, la literatura romántica de mujer -también, también-, la literatura histórica de mujer. Literatura de calidad y cantidad escrita por cualquier mujer que tenga algo que decir. Y si a alguien le parece que esto es ponerle límites al mar, que venga a verme a final de curso. Con algo de suerte, le daré con mi trabajo de fin de máster en el hocico.

2 comentarios:

  1. ¿Alguna recomendación para este otoño? que sea de mujer y de lationamérica ;)
    Laura V.

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    1. Clara Obligado y Lina Meruane, están ambas en casa. Samanta Schweblin escribe cuento y a lo mejor es un poco extraña para una lectura ligera, pero también me gusta. Y, por supuesto, Rigoberta Menchú :)

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