sábado, 18 de enero de 2014

Cambio

Hace veinticuatro horas estaba de exámenes. La peor temporada de exámenes que he tenido nunca, si queréis saberlo. La más exigente, la que más segura estaba de que no llegaba a tiempo para todas las asignaturas. No me lo he pasado bien. Parecía que no iba a acabar nunca.

Pero ha acabado. Y, a falta de resultados, parece que ha acabado bien. Y ahora mismo, estoy en un avión -al que he llegado corriendo, en la última llamada, muy peliculero- y me voy a París. París, siempre París. Ha resultado ser una ciudad muy productiva. Necesitaba salir, y me voy.

Esto, más que para vosotros, es para mí. Una nota mental. Todo lo que parece que no va a acabar nunca... Acaba. Tanto lo bueno, como lo malo. Y eso siempre es un motivo para sonreír. Ya sabéis que soy firme defensora del cambio. 

There's an east wind coming.

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