lunes, 4 de junio de 2012

Vietato.

Prohibido prohibir.

Prohibido mirar al pasado con algo que no sea satisfacción. Ni pesar, ni arrepentimiento, ni nostalgia. ¿Que todo tiempo pasado fue mejor? ¡Pues no me lo creo!

Prohibido mirar a los demás con envidia, resentimiento u odio.

Prohibido no aprovechar cada segundo de cada día.

Prohibido no perder el tiempo.

Prohibido marcarse metas imposibles.

Prohibido no soñar con tocar la luna.

Prohibido llorar por nada. Permitido llorar por todo lo que suponga una intensa emoción, una descarga de humanidad inevitable.

Prohibido echar de menos a los que están mejor lejos. Permitido añorar a los que deberían estar un poquito más cerca.

Prohibido asustarse del futuro.

Prohibido recordar sólo lo malo y dejar que te reconcoma.

Prohibido recordar sólo lo bueno y que esto te impida ser realista.

Prohibido ser realista.

Prohibido deshacerse de los buenos recuerdos porque duelen. Sólo de las cicatrices se aprende.

Prohibido mantener un tanteo con lo bueno y lo malo que la vida te ha dado.

Prohibido andar por el sendero mil veces hollado por pies autómatas, que sólo buscaban la meta y no el camino.

Prohibido dejar que tu vida transcurra tranquila, sin sobresaltos.

Prohibido vivir sin música, sin arte, sin poesía.

Prohibido aburrirse de la vida. Prohibido, por supuesto, anhelar la muerte.

Y tú, ¿qué prohíbes?

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