jueves, 10 de febrero de 2011

Apuf.

Ya no sé si el mundo está al revés o soy yo el que está cabeza abajo.

Pero desde luego, algo no está en su posición. Lo malo es que, realmente, no sé dónde iba antes de descolocarse, así que tampoco estoy segura de que esté descolocado.

¿Me explico?

Bueno, da igual, yo me entiendo.

Eso es lo que suelo decir cuando ni yo misma sé lo que estoy diciendo.

Qué mal me están sentando los años.

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