jueves, 22 de julio de 2010

GIH.9: Las canciones que cuentan historias



Me envalentono y te digo que tienes los ojitos como fruta del olivo.

-Que no, primo, que yo me voy con el sol y por mis muertos que tú no amaneces conmigo.

Quiero que se quede y se sube al tejao, con un ojo abierto y el otro entornao, pa ver si caemos mis penas y yo en algún descampao. Y me encaramo como puedo, giñao, con las manos sudando. En cuanto le dije "te quiero", ya estaba roncando, soñando de nuevo.

Me encorajino y decido:

-Sé que té serás mi niña, que te casarás conmigo.
-Pesao, que eres un pesao,otra vez te lo digo:me voy cuando quiera y cuando quiera te olvido.
-Te he escrito un poema de esos agarraos, quiero amaneceres contigo a mi lao.
Ella me cierra la puerta:
- ¡Venga ya, hombre! A cualquier cosa le llaman poeta.

Si es cierto mejor me despido, la aurora me pilla llorando. Me acuna y dice que se ha ido para que no sufra, que duerma tranquilo.

-No quiero tu amor temporero, tu flujo de hiel, tus ganas de perder... Aunque sé que si te vas me quedo en ná, no pienso caer, no me voy a joder. Porque sé que me acecha el día y el sol
pa follarme a cara de perro y decirme, lo que vas a hacer con tu mierda de poemas, ¿sin su olor, sin su piel?

-Ordeñaré las ubres de la luna y en cuanto amanezca, yo dosifico a pala y pico el sol.

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