Después de dos temporadas de Orphan Black, Tatiana Maslany y su impresionante interpretación no había sido nominada a los premios de la televisión, y yo ya estaba convencida de que los entregaban chimpancés amaestrados. Pero a la tercera va la vencida: el lunes se celebraron los Emmy, y Tatiana estaba nominada a Mejor Actriz Protagonista en un Drama. Tiene que ganar, pensaba yo. Subirá al escenario, y la alegría y el regocijo serán grandes.
Y lo fueron. Porque quien ganó fue Viola Davis, protagonista de Cómo defender a un asesino. Quizá os suene de Criadas y señoras. Quizá no os suene en absoluto y deberías avergonzaros. Porque después de sesenta y siete años de Emmy, esta extraordinaria actriz es la primera mujer negra en recibir un premio en la categoría de protagonistas.
Yo tengo el privilegio y la suerte de ser blanca. Yo no he sufrido el racismo un solo día de mi vida. Yo he crecido con princesas, con guerreras, con magas, con actrices y personajes que se parecían a mí, a quienes admirar y en quienes verme reflejada. Yo no he tenido que esperar a Mulán o a Tiana para tener una princesa Disney con quien identificarme. Las actrices caucásicas que han triunfado internacionalmente no se cuentan con los dedos de una mano; las asiáticas sí. Ver una serie con dos protagonistas caucásicas no es extraordinario; ver un elenco con un número elevado de actrices negras, latinas y asiáticas, como Orange is the New Black o Cómo defender a un asesino, sí.
Yo soy blanca. Y por tanto, no son mis palabras las que importan en esta ocasión. Porque hay mujeres que sufren por varios frentes, que tienen que luchar por el respeto y la celebración de sus extraordinarias características contra no uno, sino varios prejuicios. Por todas ellas, necesito el feminismo. Y por eso, felicito no solo a Viola Davis, sino también a Uzo Aduba y Regina King, y os dejo con su discurso.
"En mi mente, veo una línea. Y sobre esta línea, veo prados verdes y flores y bellas mujeres blancas con sus brazos tendidos hacia mí, sobre esta línea. Pero no puedo llegar hasta allí de ninguna forma. Parece que no puedo sobrepasar esta línea.
Lo dijo Harriet Tubman en el siglo XIX. Y dejadme que os diga una cosa: lo único que separa a las mujeres de color de cualquier otra son las oportunidades.
No puedes ganar un Emmy por papeles que simplemente no existen. Así que esto es por todos los guionistas, la gente impresionante que son Ben Sherwood, Paul Lee, Peter Nowalk, Shonda Rhimes, gente que ha redefinido lo que significa ser preciosa, ser sexy, ser una mujer protagonista, ser negra.
Y por las Taraji P. Henson, las Kerry Washingotns, las Halle Berrys, las Nicole Beharies, las Meagan Goods, las Gabrielle Union: gracias por llevarnos sobre esa línea. Gracias a la Academia de la Televisión. Gracias".
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