lunes, 7 de marzo de 2016

Me lo pones muy fácil

Esta semana he aprendido que para hablar de la vida, solo hacen falta los ojos adecuados.

He aprendido que hay decisiones muy fáciles y decisiones muy difíciles, y las fáciles no son necesariamente divertidas, ni poco dolorosas. Pero son fáciles, y eso al menos las pone por delante de las imposibles. Las decisiones fáciles son las que cierran heridas, las que abren caminos, las que duelen aunque sonrías, o porque sonríes. 

He aprendido que la historia se repite, y quienes no la conocen están condenados a repetirla. Pero a veces, la historia hay que repetirla, una y otra y todas las veces que se pueda. Hace quince años mi hermana me llevó a ver la película de mi vida, y el viernes yo hice lo mismo con su hija. La vida tiene estas cosas tan raras. 


Y tú, ¿qué has aprendido esta semana?

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