Que a veces, ante ciertas situaciones, no vale la pena hacer otra cosa que reírse.
Que hay que cantar canciones del verano cuando esté nublado.
Que hay personas por las que vale la pena llorar, y personas por las que no. Y personas que serán ambas al mismo tiempo.
Que reclamar cosas necesarias para tu salud mental, física o emocional no es egoísta.
Que el chocolate es imprescindible, pero puedes vivir sin él.
Que los vestidos y el pintalabios rojo no definen quién eres, solo cómo te vistes.
Que parar un minuto y respirar hondo cuando no tienes tiempo, no te hace perderlo sino ganarlo.
Que ser feminista no es actuar como un chico, sino actuar como te dé la gana, cogiendo lo mejor de ambos estereotipos. Que esa actitud de "yo no soy como las demás chicas" es de hecho más machista que otra cosa.
Que ser escritor no consiste solo en escribir.
Que los números son solo números, pero las letras también son solo letras.
Que hay más formas de enamorarse de las que podrías imaginarte.
Que nunca vas a conocerte a ti mismo completamente, pero el descubrimiento siempre será emocionante.
Que el modo aleatorio es la mejor manera de descubrir qué música necesitas hoy.
Que en el Carpe Diem es tan o más importante la parte de Carpe como la de Diem.
Que todo esto no lo podías haber aprendido antes, porque lo importante no ha sido que llegases sino cómo has llegado. Que crecer y aprender es un viaje y, aunque puedes ir acompañada, nadie va a caminar por ti. Por gracia o por desgracia, nadie aprende en cabeza ajena. Y, sobre todo, que estas son solo algunas cosas, pero que seguirás aprendiendo. Y siempre desearás que alguien te lo hubiese dicho antes, aunque por supuesto no habrías escuchado.
Buen post, mi querida y contradictoria amiga Wiz. A veces uno aprende las cosas sólo cuando está preparado para aprenderlas. En un hipotético "antes" le hubiera sido imposible asimilarlas. No las hubiera comprendido. Un beso de aprendiz.
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