Iba a titular esta entrada "Fin". Pero parecía un poco apocalíptico. Así que lo titulé "Principios". Pero parecía demasiado echao' p'alante para lo que quería hacer.
El 22 de mayo me gradué. Ya tengo todas mis notas. He aprobado todas, por si os lo preguntabais. Así que ya está. Se acabó. Final oficial del Grado en Estudios Hispánicos: Lengua española y sus literaturas para mí. Fin.
Pero soy de la opinión de que todos los buenos finales dan paso a algo más. Y ahora comienza el resto de mi vida. Y comienza descubrir qué significa eso. Qué quiero hacer con mi vida. Qué quiero que sea mi vida. Preguntas demasiado grandes para una tarde de junio cualquiera. Pero sí puedo responder qué haré el año que viene: un máster de literatura en Salamanca. Con todos los cambios y los principios que eso trae. Y de momento, basta.
Ante todos los puntos de inflexión es necesario hacer una reflexión. No solo porque rime, sino porque nunca está bien cerrar un libro sin saber qué has aprendido de él. Y aunque ya tenía ganas de que acabasen estos cuatro años, lo cierto es que he aprendido mucho.
He aprendido qué quiero de un profesor, qué quiero de una asignatura, qué quiero que me den a cambio de mi tiempo, mi esfuerzo y mi atención. He aprendido que tienes que elegir tus batallas, pero las que decidas luchar tienes que hacerlo con uñas y dientes. He aprendido que no quiero gente poco interesante, poco apasionada, gente plana y dormida a mi alrededor, y que es mejor no tener a nadie que tener un succionador de energía. He aprendido que el miedo debe ser motor, no freno. He aprendido que nada tiene la importancia que parece, y a distinguir por fin lo urgente de lo importante. He aprendido a aceptarme, con todos mis defectos pero también con unas cuantas cualidades maravillosas, y por el camino he aprendido a aceptar a todos los demás. He aprendido qué me hace vibrar y a diferenciar los colores de la emoción, la ira, la alegría y la pena.
He aprendido, de paso, unas cuantas cosas de gramática, léxico, fonética, historia de la literatura, crítica literaria y todas esas cosas que vienen en un programa y que, quizá, sean lo menos importante que he aprendido.
Como fan incondicional número 3, mala conciencia, señora abuela con conocimientos informáticos, cosa que a veces se sienta a su lado en clase y demás títulos de los que me enorgullezco (Ja, chúpate esa, Daenerys), no podía faltar un comentario deseándote mi más sincera enhorabuena por este capítulo que has terminado. Me alegro muchísimo de haber podido compartir contigo estos años y sé, sin ninguna duda, que vas a conseguir todas las metas que te propongas: el máster, lo que quieras hacer con tu vida, escribir, ser feliz, escribir, seguir aprendiendo, escribir, fangirlear, escribir… ¿he dicho ya que tienes que escribir? ¿no? Pues lo repito: escribe. Ya sé que esa lección la tienes aprendida pero por si acaso se te olvida (para eso estamos las abuelas). En fin, que me pondría moñas y te diría que te voy a echar de menos el año que viene pero como ni soy Andrés, ni tengo guitarra, ni su talento para decir moñadas pues te digo que a ver dónde encuentro yo una Cosima española que me aguante cuando me da por hablar sola.
ResponderEliminarY dicho todo esto, disfruta de tu más que merecido verano y cuando vayas a la feria del libro, recuerda: Arrasa con lo que veas y generosa no seas.
P.D: Google me odia y no me deja cambiar el nombre así que esto saldrá como anónimo pero he dejado suficientes pistas frikis para que sepas quien soy :P