Todos conocéis a Ellen Page, aunque no os suene su nombre. Es Juno, es Ariadne en Origen, es Bliss Cavendar en Whip It, es Kitty Pride en X-Men. Es una actriz que en su primer papel, en 1997, con sólo 10 años fue nominada a dos premios a mejor actriz.
Y además, es lesbiana.
Hoy mismo lo ha dicho en una conferencia en Las Vegas. Inmediatamente, la red se ha llenado de mensajes de apoyo de otros actores, directores, productores y en general gente más o menos relevante. Reventaban de orgullo. Ella, con 26 años, tiene trabajo, tiene fama, tiene la importancia suficiente como para que su ejemplo ayude a muchísima gente a pasar el día. Y aun así, casi ha llorando mientras hablaba. Si lo veis, está pasando el trago de su vida, aun cuando tiene a gente de pie aplaudiéndole.
Estoy segura de que millones de gente en el mundo no tendrán la acogida que ha tenido ella. Estoy segura de que millones de adolescentes y de adultos que se ocultan, y no hablo sólo de homosexualidad. Hablo de niños demasiado inteligentes, o de niños demasiado raros, o demasiado sensibles o demasiado demasiado para el resto. Y que ocultan quiénes son y qué les gusta y que viven su vida de acuerdo a los estándares ajenos porque no tendrán el apoyo y el orgullo que ha tenido Ellen Page.
No sé quién nos dio derecho a juzgar y a condenar, pero lo hacemos todos, continuamente, sin descanso. Sin darnos cuenta de que, a su vez, otros nos juzgan a nosotros. Y, dejadme decíroslo, nadie pasa el examen con buena media.
Citando a esta actriz excepcional y, según parece, mejor persona: "este mundo sería mucho mejor si hiciésemos el esfuerzo de ser menos horribles los unos con los otros. Si nos tomásemos sólo cinco minutos para reconocer la belleza de cada uno en vez de atacarnos por nuestras diferencias... esto no es difícil, de hecho es una manera más fácil y mejor para vivir y, al final, salva vidas. Pero puede ser lo más difícil, porque amar a otros empieza por amarnos y aceptarnos a nosotros mismos.".
No hay comentarios:
Publicar un comentario