Ni uno más uno son siete.
Las matemáticas fallan constantemente, por esta maldita subjetividad que la vida se empeña en tener.
Me contaron una vez que, bajo el caos aparente que domina el mundo, subyace un orden matemático perfecto. Pues vale. Que venga el orden. Porque como se me salga una sola cosa más de su sitio, un pequeño y diminuto detalle más donde no debería estar, es muy probable que mate a alguien.
Quien avisa no es traidor.
Sí, todo se basa (según) en logaritmos lógicos o algo así. Lo vi en una peli que se llama el orden del caos.
ResponderEliminarBuen blog, saludos!
Si te veo algún día te explicaré una manera de que uno más uno sean cero xDDDDD ánimo guapa *-*
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