No siempre lo urgente es lo importante.
Pero a veces la vida te pone las prioridades en su sitio. Estoy de acuerdo, hay que hacer las cosas urgentes. Hay que hacerlas rápido y, a ser posible, bien.
Pero las cosas importantes... Las cosas importantes hay que mimarlas, hay que saborearlas, hay que agradecerlas. Las cosas importantes vienen con papel de regalo y hay que desenvolverlas despacio, darte cabal cuenta de que estás recibiendo un regalo.
Estoy recibiendo un montón de regalos y mimos de la vida últimamente. Que lo sepáis.
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