Yo siempre he dicho que estas fiestas no me gustan. Pues no sé por qué, porque las pelis de navidad siempre son tristes, o porque las luces siempre son una horterada, o porque siempre se come demasiado celebrando el cumpleaños de un niño que nació en un pesebre. No sé por qué, pero la Navidad me pone triste.
Sin embargo, este año me he propuesto ser feliz. Y, por eso, ayer fui todo lo feliz que la situación permitía, que fue mucho. Gracias a la familia, gracias a los amigos, y gracias al Singstar (imprescindible en cualquier fiesta). Gracias a Dios porque es Navidad, y este año me he dado cuenta :)
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