domingo, 24 de enero de 2016

Musas

Esta semana he aprendido que la inspiración es muy inoportuna. Que Picasso dijo que te debía pillar trabajando, sí, pero no especificó en qué. Y así me va la vida, que de escribir un ensayo sobre la identidad digital contemporánea salto dentro de una piel que no es la mía y se acabó el trabajo, el ensayo y todo lo planificado. Hay que escribir. La inspiración me ha pillado trabajando.

He aprendido lo poco necesario que es comer, dormir y esas cosas tan prosaicas para sobrevivir. Que la poesía se lleva en la piel. Que es mejor descubrir secretos que desenterrar tesoros. Que quien bien te quiere no te hará llorar, te hará palomitas.

He aprendido que, ya que estamos con las citas célebres, si disfrutas no trabajarás un solo día de tu vida. Y que levantarse después de cuatro horas escasas de sueño para hablar de escritoras y feminismo, por mucho que me grite el cuerpo, ni es trabajo ni es nada. Es un privilegio. Que quiero llegar al día de mi jubilación y llorar porque no quiero dejarlo, porque aquí o se viene a disfrutar o no se viene.

Y tú, ¿qué has aprendido?


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