"Se ha seguido viendo desde afuera: se vio subir aquella pendiente, saliendo él también por la puerta del error, tal como nos vemos y juzgamos en los sueños, con el privilegio dudoso de estar duplicados y habernos convertido en una suerte de espectador o testigo amordazado frente a la pantalla que nos retrata, un autor al que se le va de las manos su personaje, sin posibilidad de salvarlo o siquiera advertirle de lo errado que está y hacia qué profundo abismo se encamina. Un cristal grueso, sí, que nos separa de nosotros mismos, una de esas lunas blindadas de los bancos y las joyerías. Y uno mismo, de alguna forma, situado a ambos lados y a la vez inerme, sin medios de comunicarse con su otro yo para salvarlo o salvarse."
Ernesto Calabuig. Caminos anfibios
Solo tres más para acabar. O para empezar. Quizá sea para seguir y yo le estoy dando demasiadas vueltas. Pero mientras lo pienso, me voy escapando y me veo cada vez más lejos. Víctima, verdugo, actriz y espectador o testigo amordazado.
¿Es ésta una manera bonita y prosopoética de anunciar que ya acabas la carrera? ¿A qué te vas a dedicar después?
ResponderEliminar¿Cuándo habrá un nuevo relato a capítulos como el del ascensor?
Sí, eso sería exactamente. Y no lo sé y tengo miedo xD
ResponderEliminarNo lo tengo pensado de momento, fue una experiencia que disfruté mucho pero ahora mismo estoy centrada en otras cosas. No es que lo descarte forever and ever, pero de momento no :)