que no sabe qué decir: si te vas por lo que soy, o por lo que nunca fui...
A veces pienso que debería dejar de hacerme ilusiones con cosas que sé que nunca van a pasar. Racionalmente, estoy totalmente convencida de la imposibilidad de los hechos, pero el corazón... ay, amigo. El corazón es una cosa bien distinta. En mi caso, una cosita estúpida que insiste en que todo es posible.
A lo mejor es porque, al contrario que Pandora, yo he dejado entrar a todos los errores, pero no fui lo suficientemente rápida para cerrarle la caja a la esperanza. Y aquí me tienes, contemplando un mundo destrozado, con una criaturilla pequeña subida al hombro, susurrándome que todo es posible. Que cualquier cosa puede pasar en este mundo de locos...
Qué cosa, el corazón.
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